Varios empresarios de locales nocturnos y antiguos empleados de diferentes locales han implicado en la trama policial al que fuera jefe de la Policía Local de Calvià, José Antonio Navarro, quien llegó a ingresar en prisión por corrupción. Un testigo que en su día declaró en el juzgado de instrucción número 12 señaló que el mismo trato de favor que recibían algunos locales nocturnos de Palma, en Calvià se hacía lo propio. Es decir, o no recibían inspecciones o si cuando lo hacían eran avisados con anterioridad.
Navarro fue ingresado en prisión, entre otras cosas, como consecuencia de un vídeo en el que se demuestra que dos policías locales de Calvià esconden droga en un bar y posteriormente la sustancia la localiza el perro. Los implicados en esta operación, que precisamente se trataba de un registro en busca de droga, no comunicaron esta situación ni al resto de policías, ni al propietario del establecimiento. Y tampoco se realizó ningún acta de incautación de droga, a pesar de que uno de los policías de la unidad canina señaló que la sustancia que se colocó para que la localizara el perro, la había encontrado él mismo en un pasillo del bar. Esta situación fue grabada por la cámara interna del negocio. Los dos policías de la unidad canina dijeron que se trataba de un ejercicio y que colocaron la droga para evitar la frustración del can. Reconocieron que no habían avisado al dueño del local, ni tampoco a la Guardia Civil que estaba colaborando en la redada, pero sus explicaciones no convencieron a la juez, que envió a los dos policías a la cárcel.
Varios empresarios cansados del trato desigual que estaban recibiendo por parte de la Policía Local, pidieron una reunión con responsables del Ayuntamiento de Calvià. A esta reunión, entre otros, acudió Navarro. Se le comunicó la existencia de esta grabación y, a pesar de la gravedad de las imágenes que aparecían, en las que se podía interpretar que la Policía Local colocaba droga para intimidar al propietario del local, ni siquiera quiso ver la cinta, ni se interesó por el tema. Solo aconsejó que se presentara una denuncia por si se consideraba que se había cometido algún delito.
Como consecuencia de esta investigación por presuntas irregularidades cometidas por la Policía Local de Calvià, el juzgado tomó declaración a varios testigos, entre ellos empresarios nocturnos. Estos testigos aseguraron que la Policía Local protegía a unos determinados negocios y perjudicaba a otros. Este testigo señaló que una noche se realizó una redada en su local. Eran las dos de la madrugada. Consideró que este servicio daba una mala imagen a los turistas, por lo que entendía que se podía realizar la misma inspección pero a una hora distinta. No solo entraron en su local, sino que lo hicieron en varios bares. Le comunicó su queja al jefe de la Policía de Calvià, que estaba presente. El empresario recordó sin dudarlo la contestación de Navarro: "Esto es un ejercicio de poder, os tenéis que dar cuenta de los que mandamos". Lo interpretó como un aviso. Este testigo declaró también que el entonces jefe de la Policía Local "utiliza su cargo para extorsionar a los pequeños para beneficiar a los grandes". Puso el ejemplo de la cuantía de las multas que tuvieron que pagar estos pequeños empresarios, que alcanzó el medio millón de euros, por el tema de los tiqueteros. Sin embargo, las grandes empresas del sector nocturno de Calvià, apenas recibían sanciones.
Antes de que el juzgado enviara a prisión a Navarro, según los testigos, en Calvià era una situación conocida la estrecha relación que el jefe de la Policía Local tenía con determinados empresarios. Y, además, se sabía que el funcionario, al margen de su labor como policía, también trabajaba para un importante empresario, propietario de ocho locales, a través de una gestoría que no figuraba a su nombre. También participaba en esta labor Antonio Ledesma, que fue policía en Calvià y que después fue nombrado jefe en Marratxí. Según varios testigos, los dos jefes policiales, Navarro y Ledesma, a través de esta gestoría se encargaban de la tramitación administrativa de estos locales nocturnos, como era la elaboración de nóminas o contratos de trabajadores. Varios antiguos empleados, así como documentos aportados a los investigadores, han confirmado que cada dos meses los dos jefes de la Policía Local recibían un sobre con 6.000 euros. Era la factura que cobraban por la tramitación de todos estos trabajos administrativos.
Inspecciones
Estos empleados han coincidido al declarar en el juzgado que mientras estuvieron trabajando para este grupo empresarial, apenas se realizaron inspecciones. Sin embargo, cuando han trabajado para otros empresarios, las inspecciones han sido contínuas y las sanciones económicas que han recibido han sido muy elevadas.
Navarro, cuando fue a declarar ante la juez, negó con rotundidad que la Policía Local hubiera colocado droga en un local nocturno para enviar un aviso al propietario del negocio. Lo atribuyó todo a un simulacro que se realiza con los perros especializados en la búsqueda de droga para evitar su frustración. Dijo que se coloca droga para que la encuentren.
