La Plaça Mallorca es un espacio abonado a la polémica. La reforma integral llevada a cabo en tiempos de Pere Rotger modificó totalmente el aspecto de una zona urbana que era popularmente conocida como la 'Plaça dels pins' debido a la cantidad de árboles que había. Hoy, la plaza es una superficie plana totalmente soleada que suele estar desértica todo el año. Además, las obras dejaron numerosas deficiencias que motivaron la apertura de un expediente de reparación contra la constructora.

También hubo controversia alrededor de la gesión del aparcamiento subterráneo de la plaza hasta el punto de que el Ayuntamiento tuvo que rescatar la concesión hace dos años por los graves incumplimientos de la empresa. Hoy el parking es gestionado directamente por el Consistorio a la espera de que se resuelvan los litigios judiciales con la anterior concesionaria.