El incumplimiento de los servicios mínimos previstos por el ayuntamiento de Manacor y la empresa concesionaria de limpieza, Lumsa, provocaron ayer las primeras reacciones críticas e imágenes de contenedores repletos de basura en todo el municipio. Sobre un 80% de la plantilla de 62 trabajadores de Limpiezas Urbanas de Mallorca SA, secundó el primer día de huelga de recogida de residuos y limpieza vial provocada por la falta de entendimiento entre la empresa y los empleados, que reclaman una subida salarial del 4,5%.

Aunque en realidad la jornada empezó el miércoles sobre la 23 horas en las oficinas que tiene Lumsa en la calle dels Fusters en el polígono industrial de Manacor. Allí tuvo lugar una primera reunión entre el comité de trabajadores (pertenecientes al sindicato CC OO) y los representantes de la empresa. En ella la plantilla rechazó por "abusivos" los servicios mínimos acordados entre el consistorio y la concesionaria, y solamente aceptó recoger los residuos generados por los centros sanitarios.

Lumsa entonces les hizo firmar un documento por el cual el incumplimiento puede ser considerado una "falta grave" y conllevar el despido de la plantilla. Incluso la cosa pareció ir a mayores cuando cerca de medianoche (hora previsto para el inicio del parón), cuatro coches de la Policía Nacional se personaban para evitar posibles incidentes.

El mismo sitio donde ayer sobre las nueve de la mañana se concentraban de nuevo un grupo de trabajadores uniformados pra reivindicar sus peticiones, e informar que el 100% de la plantilla estaba oficialmente en huelga. En realidad algunos trabajadores alegaron cuestiones religiosas y el hecho de solo estar contratados durante los tres meses de verano (con lo que están en riesgo de perder su prestación), para no secundarla.

A pie de calle, algunos vecinos se mostraban sorprendidos ante el estado de saturación de algunos contenedores, especialmente de los situados en plazas y los lugares más emblemáticos del municipio, como el mercado de abastos o la plaza del Carme de Porto Cristo, donde a media mañana una furgoneta de Lumsa pasaba para recoger varias bolsas con material médico del centro sanitario cercano. Durante toda la mañana dos inspectoras municipales acompañadas por un técnico de Medio Ambiente local comprobaron el seguimiento básico.

Volviendo a la ciudad, a mediodía estaba prevista en la casa consistorial una nueva reunión (la tercera) entre el delegado de Lumsa en Balears, Enric Francia, el jefe de Recursos Humanos llegado de Barcelona, Pau Carmona, y el alcalde de Manacor, para volver a tratar el tema: "Les hemos expresado de nuevo nuestra gran preocupación e intentado presionar para que se sienten con los trabajadores y ofrezcan al menos algo, un punto de partida. De lo contrario la negociación es imposible", explicaba tras el encuentro el alcalde.

A la salida de la reunión (que en realidad empezó cerca de las 13 horas y se prolongó durante una hora), ni Francia ni Carmona quisieron hacer declaraciones: "Tenemos mucha prisa", alegaron, después de comprometerse a celebrar un nuevo encuentro con los trabajadores durante la tarde de ayer.