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Emprendedores

La cerveza 'Comandante' conquista Maria

Un maestro cervecero alemán y su socio celebran el éxito de la comercialización de sus bebidas artesanales

Botellas de la marca Ralf en un bar de Maria. ariane gramelsbacher

El maestro cervecero alemán Ralf Breede Ralf Breedey su socio Joan Vanrell han instalado una fábrica de cerveza en Maria de la Salut. La marca de esta excelente cerveza artesana es 'Ralf', el mismo nombre que su autor, y el éxito de su entrada en el mercado ha sido total. Cuando han pasado solo unas tres o cuatro semanas desde su comercialización, la cerveza ya se puede beber, en Maria por supuesto, y en unos cincuenta bares y restaurantes de la isla. También se puede adquirir en una gran superficie de renombre.

La marca 'Ralf' ofrece dos tipos de cerveza: 'Comandante' y 'Tuareg'. La primera, que tuvo una acogida impresionante en el pueblo, tiene más maltas tostadas, más aromas de lúpulo y es un poco más fuerte , mientras que la 'Tuareg' es más suave, pero también muy aromática.

"Para elaborar estos dos tipos de cerveza utilizamos lúpulos americanos muy aromáticos y no solo durante la cocción, sino también durante la fermentación, lo que se llama Dry hopped, es lo que caracteriza nuestras cervezas", explica el maestro Ralf. Al preguntarle el motivo del nombre 'Comandante', responde sonriendo: "le puse este nombre porque el color de la cerveza tiene un toque de rojo, como nosotros. Y el nombre de 'Tuareg' por la misma razón".

Ralf Breede (Hamburgo, 1966) hace once años que reside en Maria de la Salut. Ha impartido cursos avanzados sobre la historia y elaboración de la cerveza en actos organizados en el municipio y ha enseñado a numerosos jóvenes mariandos a elaborar este producto. Explica como entró en el atractivo mundo de la cerveza: "Desde 1988 hasta 1991 pasé una formación profesional dual de cervecero y maltero, con prácticas en una cervecería y teoría en un instituto en Hamburgo y Bremen. Antes ya había trabajado como maltero. En total he trabajado unos 10 años en malterías y cervecerías en Alemania, Japón y España, lugares que han producido de 1.500 hasta 1,3 millones de hectolitros anuales".

En una fábrica de cervezas, el maestro cervecero desarrolla su trabajo en el laboratorio (donde se lleva a cabo el control de calidad), en la sala de cocción (control de la fermentación y de la maduración), en la filtración o en la embotelladora. También se puede controlar la producción en una maltería.

Al preguntarle por los ingredientes de esta extendida bebida, el maestro dice que "la ley de la pureza de 1516 supuso un estándar importante para este producto: malta (normalmente de cebada o de trigo), agua y lúpulo. Hasta hoy en día estos ingredientes son los principales y los más importantes, además de la levadura cultivada que usamos. Otros ingredientes posibles son maíz, arroz, miel, jarabes de frutas y muchas más cosas; no tiene límites, es como los gustos de la gente. En muchas cervecerías fuera de Alemania usan también conservantes y estabilizantes".

Ralf revela que la cerveza artesanal tiene algunas ventajas. "Al trabajar con cantidades pequeñas podemos dar más importancia a las buenas materias primas, no tenemos que modificar recetas según el gusto de las masas de consumidores y no se tiene que filtrar el producto, de esta manera se consigue más cuerpo y más aromas; tampoco se tienen que añadir estabilizantes o conservantes. El resultado es un producto con alma", concluye.

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