El municipio de Manacor, famoso turísticamente por las perlas y cuevas, al margen de otras conocidas etiquetas como la de tierra de vinos y muebles, y capítulo aparte para el tenista Rafael Nadal, está sufriendo un gravísimo daño en su imagen y se está consolidando la sensación de colapso. Ayer, sábado, la acumulación de basuras por la huelga en la recogida y limpieza de residuos constató que la situación es de lo más delicada.

Ayer, por tercer día consecutivo, vecinos y visitantes debatían sobre tan históricos y lamentables hechos actuales. Y exigían soluciones. Por su parte, el ayuntamiento de Manacor confirmó que la huelga sigue vigente. Todo apunta a que no será hasta mañana, lunes, cuando podría desconvocarse el parón, puesto que habrá nuevos encuentros y podrían tomarse acuerdos. O no.

La novedad, aportada ayer por el propio consistorio, dirigido por el alcalde Pedro Rosselló (PP), es que el viernes por la noche la Policía Local realizó un informe: "Varios contenedores fueros arrojados al suelo y un par, quemados".

Preocupa seriamente, además del daño a la imagen turística, la proliferación de ratas y moscas, la insalubridad, malos olores, problemas de circulación de vehículos, paso de viandantes sin garantías y riesgos medioambientales. Caos.

En redes sociales, Amanda Fernández, líder del PSOE, en la oposición, se expresó muy clara: "La empresa Lumsa no cumple su contrato, que ganó haciendo una rebaja casi temeraria del precio. Tiene a sus trabajadoras y trabajadores en unas condiciones precarias y tienen derecho a huelga. El Ayuntamiento tiene la obligación de hacer cumplir el contrato a la empresa y, por lo tanto, el equipo de gobierno ha de tomar todas las medidas necesarias. Pido al alcalde que sea valiente porque las manacorines y los manacorins somos los que padecemos el conflicto. Le recordamos al alcalde que si actúa tendrá el apoyo del grupo socialista, pero pedimos valentía y contundencia".