El PSOE, que gobierna en minoría, y Més, en la oposición, aprobaron en el pleno de anteayer derogar el polémico reglamento municipal del servicio de transporte urbano de viajeros con vehículos de tracción animal con conductor: calesas. Sin embargo, lo que queda de julio y todo el agosto seguirá habiendo calesas en Cala Rajada.

El alcalde, Rafel Fernández, consultado ayer por este diario admitió que el cuestionado servicio "ya no pega con los tiempos que corren, damos una mala imagen, esto es de l'any de la picor, debería haber una ley autonómica para regular ésto". El consistorio apuesta "por la movilidad sostenible", remarcó.

Fernández detalló que "desde 2009 hay calesas". Del total de seis, "cuatro terminarán su contrato el 1 de septiembre, y las otras dos, el 11 de septiembre". "El Ayuntamiento obtuvo unos pequeños beneficios, al darse los permisos, pero desde entonces no controlamos ni precios de trayectos, ni horarios, etc.", señaló. Un reciente accidente de un caballo desbocado que chocó con un vehículo, teniendo luego que sacrificar al animal, ha influido en parte en la decisión exprés tomada.

Més reprochó que no se hace cumplir el reglamento y que hay deficiencias en cuanto al cuidado-bienestar de los caballos. Un elevado número de residentes y turistas también vienen quejándose desde 2009 por distintos motivos.