Medio centenar de personas participaron, ayer, en una visita promovida por la Xarxa per a la sobirania energètica de Mallorca, integrada por la Associació de consumidors La defensa, SOM Energia, ALCAIB, Greenpeace, Amics de la Terra, Entrepobles, Assemblea de Moviments Socials, ATTAC, Unió de Pagesos, Fundació Deixalles, GOB y Ecotxe. El objetivo: "conocer de primera mano los detalles de los proyectos de grandes infraestructuras energéticas que amenazan esta zona de especial relevancia desde el punto de vista ecológico y de biodiversidad". Además de miembros de la Xarxa, acudieron representantes de la Plataforma en Defensa de la Marina-Cap Blanc y la Plataforma contra l'Alta Tensió de Llucmajor, así como también vecinos a título particular. El punto de encuentro, el faro de Cap Blanc. Los proyectos en el punto de mira: un megaparque fotovoltaico que ocuparía 50 hectáreas, impulsado por Llucmajor Photovoltaic SL, y otro (que ya cuenta con autorización) a unos 200 metros, finca de sa Caseta, por parte de un empresario diferente. A su vez, unas 110 torres de hasta 40 metros de altura, a 'plantar' por parte de REE, muy criticadas. Las obras de la subestación (cerca de Cas Busso), prácticamente listas. El naturalista del GOB Joan Miquel González avisó de la "desnaturalización y artificialización" y consecuente "pérdida de calidad ambiental y paisajística".