El alcalde accidental de Sóller, Josep Lluís Colom, firmó ayer un polémico decreto mediante el cual se lleva a cabo una importante reestructuración de los funcionarios con la que trabajadores municipales pierden sus pluses de productividad que van a parar a otros.

El PP, a través de Carlos Simarro, denunció que "con el nuevo organigrama se benefician los trabajadores afines al pacto de gobierno".

Los sindicatos, por su parte, ya han anunciado que impugnarán el acuerdo.

De acuerdo con lo que establece el decreto, un total de 18 funcionarios municipales mejorarán su nómina percibiendo unos pluses de productividad que oscilarán entre los 250 y los 3.000 euros anuales brutos. Estos pluses se otorgan por "sobrecarga de trabajo" o por ser "responsables" de áreas determinadas en el seno del ayuntamiento.

200 euros al mes

A estos 18 trabajadores se les suman otros dos que recientemente percibieron un aumento salarial que, en su caso, superan los 200 euros mensuales.

En el otro lado de la balanza están otros 22 funcionarios públicos que ven recortados o modificados sus pluses de productividad respecto los que venían percibiendo hasta ahora.

En uno de los casos, un trabajador adscrito a la brigada municipal pasará a tener un plus de productividad de tan solo 100 euros anuales. Desde el PP tildaron este plus de "humillación" contra el trabajador que lo va a percibir.

La aprobación de este "decretazo", como ya se le conoce dentro del ayuntamiento de Sóller, ha suscitado un profundo malestar entre los trabajadores que pierden poder adquisitivo.

Tanto es así que antes de su firma fue presentado a la mesa negociadora con los sindicatos y éstos ya anunciaron que lo impugnarán tan pronto entre en vigor.

Entre otros argumentos, porque no ha habido negociación y por la arbitrariedad del decreto. Estos mismos argumentos, especialmente el de la "arbitrariedad", los alegan los trabajadores que a partir de la aprobación de los presupuestos municipales de 2016 verán reducida su nómina.

"Arbitrario y sectario"

El portavoz del PP en el ayuntamiento, Carlos Simarro, afirmó que el "decretazo" es "totalmente arbitrario y sectario porque se beneficia descaradamente a trabajadores que son afines al PSOE y Més y por otro se castiga a quienes se sabe que no son de su cuerda".

El líder de los populares afirmó que "su tramitación se ha hecho a oscuras, sin negociación y de espaldas a los trabajadores", de quienes recordó que "tras ellos tienen unas familias a sostener". Simarro calificó la medida de "engaño e indecencia política".