El fin de las fiestas patronales de Sant Joan, en Mancor de la Vall, quedó ensombrecido tras la decisión de la agrupación Arrels de la Vall de suspender la pirotecnia del sábado. Antoni Serra, uno de los dirigentes de la entidad sostiene que "todo obedece a una situación que recuerda a aquellas películas del cura Don Camilo y el alcalde Peppone, que se hicieron tan populares los años 50. Aquí lo que ha pasado es que debido a una discusión con el alcalde éste ha dado malos informes al cura y al final no nos dejó usar el campanario para el espectáculo".

Serra sostiene que su agrupación está acreditada como "una de las mejores", que ha organizado "muchos espectáculos de éxito y sin problemas".

Espectáculo

Según Serra "han coincidido malos entendidos y despropósitos. Nosotros habiamos previsto un montaje con unas ollas conteniendo fuego, colgando de cadenas del campanario, que debían formar parte de un espectáculo en el que también se incluía música sincronizada". Según el portavoz: "El sacerdote nos dijo el mismo sábado por la tarde que no podíamos usar el campanario y nos vinos obligados a suspender el espectáculo porque todo forma parte de un conjunto y no se puede eliminar una parte del mismo".

El alcalde de Mancor, Guillem Villalonga, que además ha sido miembro de dicha agrupación, sostiene por su parte que no se entrometió en el asunto "precisamente porque hace unos días tuvimos un intercambio de palabras, a título personal, Antoni Serra y yo". El alcalde sostiene que está disgustado "evidentemente porque el pueblo se merecía un fin de fiesta y no lo tuvo, pero el Ayuntamiento no ha tenido nada que ver en la polémica. Este asunto tiene que ver entre la Parroquia de Sant Joan y Arrels".