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Pollença escoge el camino de la memoria

Una nueva comisión investigará para profundizar en los casos de casi una treintena de represaliados

Colocación de una placa de homenaje a los republicanos en 2005.

Las heridas abiertas por la Guerra Civil (1936-1939) no se cerrarán del todo hasta que los descendientes de los numerosos represaliados del bando perdedor noten cómo se hace justicia y la Historia, siempre escrita por los vencedores, devuelva la dignidad a quienes fueron asesinados o encarcelados por su ideología o simplemente por capricho de los pistoleros o los mandos militares.

El municipio de Pollença ha iniciado su andadura por el camino de la memoria histórica constituyendo una comisión municipal que tiene el objetivo de investigar los crímenes del franquismo en el municipio del Nord, donde la legalidad republicana tuvo la particularidad de resistir dos días más que en el resto de la isla gracias a la fidelidad de los carabineros y el Ayuntamiento, que finalmente claudicó el 20 de julio de 1936 por la entrada del ejército sublevado. Desde ese momento se inició una cruenta represión encaminada a borrar del mapa cualquier vestigio de republicanismo.

El historiador 'pollencí' Pere Salas, encargado de elaborar el informe sobre los hechos ocurridos en aquellos desgraciados días y un censo de represaliados, habla de "profundizar" en los casos ya conocidos y estudiados por él mismo. Sobre su mesa tiene un listado con los nombres y apellidos de 28 víctimas de la represión fascista relacionados de una forma u otra con el municipio del Nord, ya que "había gente de Pollença y otros que no".

Uno de los objetivos marcados por la nueva comisión es el de localizar los cuerpos de los 'pollencins' represaliados, una tarea titánica, imposible en algunos casos, ya que se sabe que algunos de ellos, al menos tres, fueron arrojados al mar desde lo alto del mirador de Formentor. Otros fueron asesinados en otros municipios, juzgados previamente o no.

"Lo más difícil del trabajo de investigación es el tema de los entierros", admite Pere Salas. En Pollença no existe ninguna fosa común documentada. Se sabe que algunos de los 'pollencins' descansan en fosas ubicadas en Illetes (Calvià) o el cementerio de Palma. "Son datos que todavía no están contrastados", apunta el historiador.

"Un objetivo de la comisión es el de encontrar algunos cuerpos, pero el más importante es dejar constancia a nivel popular de los hechos que ocurrieron para recuperar la memoria".

Otra finalidad importante es esclarecer los nombres de los principales responsables de la represión. "Se conocen algunos nombres, principalmente de oficiales del Ejército, también sabemos quienes eran los falangistas del momento y sus máximos responsables", explica Salas. Sin embargo, la publicación de estos nombres tampoco será fácil. "Siempre que había una supervisión militar, la responsabilidad es difusa", añade. La mayoría de autores materiales de las muertes eran falangistas llegados de otros municipios, principalmente de Campanet.

Otra vertiente de la investigación se centra en los prisioneros, que fueron numerosos en Pollença. "Más de cien 'pollencins' fueron encarcelados más de tres años, principalmente seis, entre ellos algunas mujeres", apunta. La mayoría eran encerrados en Can Mir de Palma, después de pasar por la prisión de tránsito de 'sa llimonera' de Pollença.

El autor del informe que servirá de base para una posible denuncia penal defendida por los familiares de los represaliados indica que no tiene "prisa" por entregar su trabajo. "El informe todavía está en fase inicial, porque se trata de ir más allá de lo que ya se sabe, creo que vale la pena no ir con prisas", concluye el historiador.

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