"Queremos que todo se arregle legalmente, está claro, pero nos estamos jugando nuestro futuro y tampoco queremos que nos quiten la comida". Con estas contundentes palabras se expresa el presidente de la asociación de comerciantes e industriales de Porto Cristo, Dionisio Egidos, al hablar de la posible suspensión, este próximo lunes, del servicio de tren turístico que une los hoteles de Cala Romàntica, Punta Reina y Cala Mendia con la plaza de s'Aljub y la zona comercial de Porto Cristo. "Consideramos que no se trata de ninguna competencia desleal ni para los autobuses de línea ni para los taxistas, ya que emplea mucho más tiempo y recorre una ruta con paradas en los principales enclaves turísticos". "Si se elimina perderemos 600 clientes potenciales al día".

Durante estos días el ayuntamiento de Manacor está tratando de arreglar la situación para poder llegar a un acuerdo con el Consorci de Transports de Mallorca (CTM) y poder continuar con la prórroga de la concesión, al menos hasta que acaben los meses de verano. El principal obstáculo que obligaría a la supresión está en el tránsito del convoy (que apenas supera los 25 kilómetros por hora) por los dos kilómetros de carretera comarcal, sin que haya ningún trazado alternativo posible en estos momentos.

El presidente de los comerciantes aboga por un entendimiento que lleve a continuar con los horarios del trenecito (el primero llega a Porto Cristo a las 9,30 de la mañana y el último vuelve a los hoteles a las 20,30 horas), mientras se encuentre una solución consensuada: "Siempre han cumplido y han sido eficaces, si lo suprimen tendremos que reducir trabajadores".

Hace unos días los taxistas que operan en la zona se quejaron de la utilización de la carretera por parte del tren y de las consecuencias económicas para el sector.