El próximo mes de agosto se cumplirán dos años de la muerte del joven David Grimaldos, electrocutado en una farola del paseo Antoni Estarellas, y el barrio de es Garrigó todavía no ha recuperado el alumbrado público, que se cortó el mismo día del siniestro al detectarse graves deficiencias en la instalación.

El ayuntamiento de Bunyola informa de que el pasado 14 de junio el Govern autorizó el retorno del servicio a la zona y solicitó al consistorio "que se coordine con la empresa suministradora para que pueda fijarse un día que los técnicos puedan desplazarse a Bunyola". El Ayuntamiento afirma que el mismo día se puso en contacto con Endesa "solicitando el restablecimiento del servicio eléctrico en la zona de es Garrigó" y que espera la respuesta de la empresa.

Asímismo, el Consistorio recuerda que el pasado mes de febrero instaló nuevos puntos de luz en el barrio al constatar que las antiguas farolas estaban en muy mal estado. Los nuevos puntos de luz están dotados con lámparas LED, que permiten ahorrar el 70% en el consumo eléctrico. También recuerda que desde ese mismo mes "han continuado las negociaciones con la administración y la empresa proveedora" pero que "ni a un lado ni a otro conseguíamos el visto bueno imprescindible para obtener nuevamente el suministro". "Esperamos la respuesta de Endesa para poder poner punto y final a esta pesadilla que ha afectado durante cerca de dos años los vecinos de la zona", concluye el comunicado. Sí que ya ha sido posible restablecer, desde el pasado 23 de mayo, el suministro eléctrico en el cementerio municipal donde se han llevado a cabo obras de electrificación por valor de 39.737 euros financiados por el Consell. Tras la electrocución del joven se descubrió que la instalación no tenía contador propio y ha permanecido 20 meses sin suministro.