Finalmente el ayuntamiento de Llucmajor pudo entrar ayer en la finca de Garonda y proceder a la ocupación de los terrenos como paso previo a los trabajos de canalización, desde el pozo municipal hasta s'Estanyol, Son Bieló y Son Reinés, donde desde hace años precisan de agua potable de calidad. Un acuerdo que se produjo durante la misma mañana del día de ayer, cuando miembros del Ayuntamiento con el alcalde Jaume Tomàs a la cabeza, se personaron junto a cinco vehículos de la Guardia Civil para que el matrimonio Ferrando les permitiera la entrada y evitar así un retraso de las obras que deben empezar la próxima semana. Un importante proyecto de 1,2 millones de euros y ocho meses de ejecución.
El problema está en que en estos momentos la gran finca llucmajorera de Garonda todavía está a nombre de Luis Rodríguez Toubes, alias Luisito, quien debe retornar la propiedad, según la última sentencia judicial, al matrimonio formado por Juan Ferrando y Ana Bennasar, quienes ayer estuvieron acompañados en todo momento de su abogada, Carmen Cardell.
A finales del pasado año la Audiencia dictó una sentencia condenando a Luisito a cumplir siete años de prisión por estafar al matrimonio formado por Juan y Ana María (que le cedieron un patrimonio valorado en alrededor de 38 millones de euros). Aunque aún se está pendiente de un pronunciamiento por parte del Supremo y las fincas en cuestión siguen figurando a nombre del joven. Los tribunales todavían deben resolver el recurso de casación presentado por Rodríguez Toubes. Según apunta Cardell, aunque registralmente Garonda aún sea de Luisito, "la Fiscalía dejó claro que los propietarios son los Ferrando".
Las condiciones pues para la entrada de los técnicos municipales, tras hablar con Fiscalia y llegar a un acuerdo entre las partes, han sido que el Ayuntamiento garantiza la consignación en los juzgados de los 42.000 euros que cree que valen los derechos de paso y que, posteriormente éstos sean quienes abonen dicha cantidad al propietario final que se determine del proceso. Aunque los Ferrando paralelamente también están pendientes de la resolución del Tribunal de Justiprecio, puesto que consideran que la servitud de parte de los terrenos para el paso de la canalización debería tener un coste superior. Los propietarios históricos de la finca entienden que el procediento de ocupación, además, debería haber sido por urgencia.
Reponer los desperfectos
Asimismo el ayuntamiento de Llucmajor se ha comprometido a que, tras las obras, se reponga cualquier elemento de los terrenos que pueda ser dañado por el proyecto. Lo que ayer obligo a los técnicos municipales a hacer fotos del estado actual de los 4,3 kilómetros por donde está previsto que pasen las tuberías de agua.
