Esquitxos de Blavor SL, concesionaria de la piscina municipal de Manacor, ha registrado una petición ante el Ayuntamiento para poder renegociar las condiciones de lo que le queda de contrato. La sociedad entiende que las circunstancias, tanto económicas como sociales, desde que asumiera la gestión en 1997 han cambiado y alude que ello le está provocando importantes pérdidas mensuales. De no ser así, la empresa plantea al consistorio abandonar ya el servicio a falta de once años para finalización (que concluye en junio de 2027), y echar el cierre a las instalaciones el próximo 31 de julio.

El consistorio manacorí, que tiene previsto contestar oficialmente a la petición este próximo lunes durante el pleno municipal, ya ha avanzado que no permitirá un cierre abrupto del servicio que afecte a los usuarios, aunque entiende que tampoco es posible una negociación de las condiciones al tratarse de una concesión (de adecuación, cubrimiento y mantenimiento de las piscinas del parque municipal, a cambio del cobro de las tarifas) firmada en su momento por 30 años.

El mantenimiento

Esquitxos de Blavor SL entiende que el Ayuntamiento no cumple con su compromiso y el espíritu inicial del contrato, y cree que debería asumir más partes del mantenimiento de la instalación. "No es lo mismo que el edificio sufra algún desperfecto estructural, en cuyo caso la corporación se haría responsable, a que se deba cambiar un motor de alguna maquinaria, por poner un ejemplo", contestaba ayer el alcalde de Manacor, Pedro Rosselló, que esta próxima semana se reunirá con los responsables de la concesionaria "para tratar de llegar a un acuerdo de prórroga con el que continuar hasta que se pueda sacar un nuevo concurso", o para resolver el procedimiento de resolución pedido por la empresa.

"Lo que no podemos permitir es que la piscina cierre así como así, porque es nuestra obligación que se cumpla lo firmado", añade el alcalde, "pero vamos a ver que dicen los técnicos del Ayuntamiento y si podemos llegar a un acuerdo mutuo".