La reforma y ampliación del hospital comarcal de Manacor cambiará completamente su imagen. Una nueva zona de Urgencias, la construcción de tres edificios más, la habilitación de 360 plazas de aparcamientos subterráneos o el incremento de servicios, definen un plan director repartido en cuatro fases de ejecución y un presupuesto de casi 81 millones de euros. Un ambicioso proyecto que ayer fue presentado por la presidenta del Govern, Francisca Armengol, la consejera de Salud, Patricia Gómez, la directora-gerente del hospital, Catalina Vadell y el director general del ramo, Juli Fuster, ante los facultativos y medios de comunicación.

La primera fase se centrará en ampliar Urgencias con 496 metros cuadrados más y la construcción de un edificio para resonancias magnéticas (200 m2), un almacén (272 m2) y la reforma integral del espacio actual, volviendo en parte a la planificación ya iniciada por el Govern Antich en 2011 y que no llegó a materializarse.

"El servicio abrió en 1997 para atender un máximo de 90 urgencias diarias de media" recordó Vadell, "lo que se ha transformado en 193, con picos aún más elevados como las 280 a las que llegamos este pasado lunes". Unas cifras que hablan de la falta de espacio de un hospital que el año que viene cumplirá 20 años, y que ya se ha convertido en el más viejo de las islas. La adjudicación de esta primera fase, presupuestada en 3.550.376 euros, será cuestión de semanas, con lo que las obras podrían comenzar durante el último trimestre de 2016.

La segunda vendrá marcada por el levantamiento de un gran edificio cerca de la actual zona de aparcamientos, contará con espacios para hemodiálisis y consultas externas. Con una tercera planta que estará dedicada a hospitalización. Esta fase también prevé la construcción, en la zona de los almacenes, de una nueva central energética, una cocina y una nueva UCI. Para contrarrestar la falta de aparcamientos, el proyecto contempla dos plantas subterráneas de más de 2.000 metros cuadrados para cien vehículos cada una.

Cambio de fachada

La tercera fase sería la que cambiaría la imagen de la entrada del actual hospital. Pasaría por la reordenación de la zona de recepción (que ahora se orientarían hacia el norte), y la construcción de un nuevo módulo de conexión con el complejo actual. Tendría otras dos plantas subterráneas dedicadas a aparcamiento para 80 coches cada una, admisión, hospital de día, un área de psiquiatría, un almacén, un laboratorio de anatomía patológica, biblioteca, un área de docencia, hospedería y hospitalización; además de otra zona quirúrgica de 450 metros cuadrados.

La cuarta y última fase se centraría en aspectos menos acuciantes, pero también necesarios para el funcionamiento del centro, como la aplicación en 650 m2 de la cafetería, una nueva zona de esterilización y farmacia o un espacio para el diagnóstico por imagen.

Acabado todo el proyecto, el hospital de Manacor pasaría de los 27.165 metros cuadrados de superficie ocupada a más de 42.000, (a lo que habría que sumar los 8.000 m2 de aparcamientos).

Armengol subrayó la necesidad y criticó el agravio que la administración ha mantenido durante los últimos años con un hospital con graves problemas estructurales y de espacio, al tiempo que alabó "la calidad humana de todos los profesionales que habéis aguantado los recortes". "Pese a que seguimos teniendo problemas de financiación, la Sanidad es nuestra prioridad y dentro de ella lo es Manacor".

Dos décadas de cambios

No en vano las cifras hablan claro sobre un incremento del número de pacientes y profesionales en las últimas dos décadas, que no ha tenido correlación en la modernización de las instalaciones. En 20 años han aumentado en más de 30.000 los residentes (a los que habría que sumar la población flotante de costa durante los meses de verano) de los 12 municipios a los que el centro ofrece cobertura, hasta llegar a una población de 139.000 pacientes potenciales, buena parte de ella envejecida y con distintos grados de dependencia (la comarca de Llevant es la de más edad de Balears).

Mientras tanto, el personal sanitario ha pasado de apenas 400 trabajadores en 1997 a los 1.028 actuales; lo que se traduce, por ejemplo, en un incremento de más de 150% de médicos y de más de un 80% en personal de Enfermería.

"Ahora sí que podemos decir que ya no hay vuelta atrás y que la ampliación y remodelación del hospital es imparable", finiquitaba Armengol.