La décimo sexta edición de Sa Fira de sa Sabata i Artesania Local de Lloseta celebrada los pasados sábado y domingo se mantuvo en los mismos niveles o un poco por debajo, tanto en ventas como enasistencia de público. Un fabricante de los tres que aún permanecen en activo manifestó que las ventas de este año han sido un poco inferiores a las de las pasadas ediciones. Reconoció, el mismo fabricante, que esta feria necesita un cambio y abrirse a todos los fabricantes de las Balears tras los respectivos convenios.

Como en años anteriores, la feria se inició con una misa en el templo parroquial en homenaje a los zapateros de Lloseta, especialmente a los ya fallecidos que fueron citados en las plegarias de la Eucaristía.

En esta edición, en la plaza de España estaban situadas las firmas Lottusse, Tiamer, Miquel, Botes Bestard, Rustic Shoes y Calçats Comes, más un stand dedicado a la artesanía local. Llamó la atención el puesto dedicado a la demostración de la fabricación artesana de calzado jutsolat en la que tomaron parte un grupo de alumnos que participaron en un cursillo en Lloseta.

Fuera del recinto de la plaza estaban situados los puestos de venta de calzado más asequibles económicamente. El cierre de los jardines y palacio de Aiamans motivó que se tuviesen que habilitar carpas para situar la exposición del concurso de carteles para la feria del próximo año y de zapatos antiguos cedidos por el museo de zapateros de Inca.

En Ca Ses Monges estaba la exposición de restauración y reciclaje de muebles a cargo de Manela Gracia. El resto de puestos de venta, tanto de artesanía, floristería y comida estaban situados en las calles de Mestre A. Vidal, Antonio Oliver, Joan Carles I e Iglesia. Los mismos vendedores cuyos tenderetes fueron situados en las calles Antonio Oliver y Joan Carles I se quejaron de que estas calles fueron muy poco transitadas.