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Sa fira des dijous

Los calabacines, blancos o negros, están en plena sazón

Montse Nicolau con algunas compradoras de flores. P. C.

Es plena época de recolección de calabacines, una hortaliza exquisita para muchas recetas y especialmente el típico 'tumbet' mallorquín. Ayer en el mercado de Inca, el Dijous, se podían ver en abundancia. Los había de los denominados blancos y negros. La diferencia entre ambos no está en el precio pues ambos iban a un euro el kilo. La diferencia es que mientras el blanco, más fino de sabor, se estropea antes; el negro se mantiene muchos días inalterado. Martí Salas, payés de Muro, explicaba ayer que "los hoteles, por ejemplo no quieren calabacín blanco sólo quieren el negro porque les dura más días. Sin embargo, el cliente mallorquín del Dijous prefiere el blanco porque es el que tiene acostumbrado de toda la vida".

No las tuvieron muy felices ayer las floristas del Dijous de Inca. Montse Nicolau, vendedora de Sant Joan, no se explicaba como la venta era ayer tan baja. "No lo entiendo estamos en plena primavera; tenemos petunias, begonias, hibiscos, y muchas más, en plena floración, pero las clientas parecen reticentes", sostenía. Otra de las vendedoras añadió que "además de comprar poco, tienen la costumbre de pedir que les hagamos un poco de descuento y curiosamente son las mallorquinas de más edad las que insisten más".

Muchos vendedores del mercado del Dijous de ayer coincidían en que esta última semana "se nota que ha llegado un turismo del que llamamos de alpargata porque sólo pasea, mira y no compra nada", explicaba Joan Guijón, vendedor de sobrassada de Alaró. Pep 'Tevet', payés de Montuïri, dormitaba junto al anterior mientras afirmaba: "Hoy hemos venido al mercado a becar porque parece que no hay ganas de comprar; pero no es sólo en Inca, parece que esta semana va igual de mal por todas partes. Y eso que dicen que el turismo nos salva".

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