"Bebí 75 chupitos en total, de 'Sambuca' y de vodka caramelo. La gente del bar me aclamaba. Intenté volver a la habitación, pero tuve que ser ayudado por personal del bar y otros turistas. Fue entonces cuando me llevaron al hospital". Son declaraciones de Cameron Relf, el joven de 18 años que tuvo que ser ingresado después de una borrachera en Magaluf. Su testimonio lo recogían la semana pasada medios británicos como el 'Daily Mail'. "Había sido una larga noche, pero eso es lo que haces en Magaluf. Estábamos de vacaciones para pasar un buen rato de fiesta", agregaba, en declaraciones a este mismo medio. El suyo es uno de los episodios que ha investigado la Policía Local de Calvià. El Ayuntamiento anunció ayer que iniciará un expediente sancionador contra el local al entender que se ha incumplido lo dispuesto en la ordenanza de Policía y Buen Gobierno "por facilitar bebidas alcohólicas a personas que notoriamente se encuentran en estado de embriaguez". La peripecia de Cameron ha tenido seguimiento en la prensa británica, que, en días posteriores, se hizo eco de unas declaraciones de la madre del joven. Según estos medios, la madre señaló: "Eran sus primeras vacaciones en el extranjero con sus amigos. Él tiene un buen trabajo, una familia y unos amigos que le quieren. Estoy muy orgullosa de él".