Tras la petición de dos mujeres de incorporarse a la colla de los Cossiers d'Alaró, se abrió un debate en la localidad sobre la posibilidad de que se incorporen al ancestral baile. En abril, el Ayuntamiento determinó que las mujeres se podrían incorporar al baile asumiendo el papel de la dama.

Ayer, la revista Sa Plaça organizó un debate en el que se pudieron escuchar diferentes opiniones. Uno de los intervinientes imprescindibles en la reunión era Francesc Vallcaneras, folclorista alaroner, quien con su trabajo impulsó la recuperación de los cossiers en el año 1992.

Legalidad

Vallcaneras aseguró que entiende la decisión adoptada por el consistorio. Un organismo público no puede impedir la entrada de la mujer a cualquier acto de participación ciudadana. Afirmó que sus "argumentos son puramente románticos", para resistirse a modificar una tradición con 500 años de historia. Reconoce que los tiempos cambian, la sociedad avanza y que "ojalá esta tradición, con sus cambios, continúe viva otros 500 años más". Le enorgullece ver como Alaró tiene como "bandera" a los cossiers y que el grupo ya es protagonista en numerosas guías.

En el acto también intervino Aina Maria Sansó, folclorista e impulsora de los cossiers de Manacor, y quien, como explicó, ve el tema "desde fuera". Asegura que la palabra clave está en el equilibrio, entre tradición y evolución.

Rosa Deyà, fue una de las activistas de la mujer cossiera, quien ya en 2008 abogó para que las mujeres entraran a formar parte de este grupo. Sostiene, que no se trata de una moda o una actitud feminista, sino que "vivimos en una sociedad en la que no hay plena igualdad, la mujer encuentra más barreras que los hombres al tener que demostrar más duramente su valía".

Felip López, uno de los cossiers cuando se recuperó el baile, afirmó que en un primer momento Vallcaneras presentó la idea de incorporar a la mujer, aunque se descartó. López se lamenta de aquella decisión, pues asegura que ahora la entrada de las mujeres ahora llega tarde