Los arqueólogos responsables de las excavaciones de la cueva del Camp del Bisbe, en Sencelles, manifiestan que deberán replantearse la concepción del estilo de vida de las personas de la época naviforme o del bronce en el Pla de Mallorca tras los descubrimientos realizados. Lo sorprendente ha sido la aparición de grandes cantidades de cereal y leguminosas carbonizados en la cueva.
Lua Valenzuela, codirectora de las excavaciones, sostiene que "ese hallazgo hace sospechar que el Pla de Mallorca contaba con una importante actividad agraria frente a la ganadería, justo al contrario de lo que pensábamos".
Beatriz Palomar, que también dirige los trabajos, apunta que "este cereal carbonizado se ha mandado a Barcelona para que, especialistas en la materia, indiquen de qué tipo de semillas se trata. Nosotros sospechamos que hay una gran cantidad de cebada y habas o quizá guisantes". Cuando se hallaron estos cereales y leguminosas se sospechó que eran de una época postalayótica, pero la prueba del carbono 14 ha fijado la datación en el 1.300 Antes de Cristo.
Una pieza de hueso
Otro de los hallazgos sorprendentes de la campaña de este año es una pieza de hueso tallado que los científicos suponen que pertenecía a un telar. Se trata de una pieza no hallada nunca antes en Mallorca correspondiente a la edad del bronce pero que sí se ha encontrado en otros yacimientos del Mediterráneo.
La antropóloga Francisca Cardona limpia los restos de tierra de una parte del cráneo de un niño. P.C.
También se ha hallado un gran número de restos humanos. La antropóloga Francisca Cardona, explica que "este año han aparecido más del triple que en las dos campañas anteriores". La novedad es que han encontrado por primera vez individuos juveniles de entre 6 y 12 años.
Los huesos encontrados han permitido conocer que la sociedad humana que habitaba el lugar estaba sometida a diario a un gran esfuerzo físico.
Cardona indica que "se trata de individuos con inserciones musculares muy fuertes en los huesos. Vemos en las manos como tienen unos músculos flexores muy desarrollados, lo que lleva a deducir que hacían grandes esfuerzos".
La excavaciones en la cueva del Camp del Bisbe comenzaron en 2014 para integrarla en la ruta arqueológica Sencelles-Costitx, pero al ir excavando ha cobrado una importancia inesperada.
