El pleno de Consell celebró el pasado martes una sesión extraordinaria en el transcurso de la que se aprobó la subida del valor catastral de los edificios, a propuesta del la Oficina del Catastro, en un 4%, para el año 2017.

En los años anteriores las subida fueron del 10% a fin de aproximarlos al 50% del valor de mercado.

De los partidos de la oposición, el único que explicó su negativa, fue El Pi, que consideraba que el ayuntamiento no debía subir el valor catastral y que encontraba a faltar un informe. El Pi agregó que debería redactarse una ponencia nueva. El Pi añadió, que la subida lineal del 4% perjudicaba a las viviendas modernas sobre las más antiguas y que los vecinos pagarían una mayor contribución.

El alcalde, Andreu Isern, replicó que la valoración de los edificios no se hace por antigüedad de los inmuebles, sino por la superficie que ocupan. Respecto al IBI, explicó que el equipo de gobierno, como ha hecho con las anteriores modificaciones del valor catastral, tiene en estudio bajar el coeficiente de aplicación a fin de que los vecinos continúen pagando lo mismo.

En la misma sesión se aprobó la auditoria energética del alumbrado público redactada por el ingeniero técnico industrial Antonio Aguilar Fuster.

Este proyecto saldrá a concurso después de redactarse las bases. El coste para su ejecución y mantenimiento es de 398.231 euros, de los cuales el Consell de Mallorca aportará 195.000 euros, procedentes del Plan de Obras y Servicios, siendo el resto asumido por el consistorio con cargo al superávit del año 2015.