La Asociación de la 3ª edad de Ariany decidió construir hace ya más de 10 años su propia sede, ya que aunque contaba con la cesión del Local Parroquial, este no era de su propiedad. Para subsanar esta situación se compró un solar vacío en una zona céntrica del municipio. Gracias a varias subvenciones y a la ayuda económica de sus afiliados se puso en marcha un proyecto a partir de unos planos diseñados por Sebastián Escanellas Genovard. Tras un año de construcción en el mencionado solar, y como consecuencia de los recortes presupuestarios del Govern debido a la crisis, la Asociación dejó de recibir las subvenciones y no contó con recursos suficientes para continuar con las obras. El local, que en aquel momento tan solo contaba con la estructura, quedó abandonado y fue convirtiéndose lentamente en un auténtico vertedero.
Tras más de diez años con las obras paralizadas y tras la renovación de la junta directiva de la Asociación, se decidió que el local era un proyecto primordial del nuevo mandato. Tras una asamblea en la que informaron a los socios de dicho proyecto, la junta se reunió con representantes del Consell para exponerles el caso.
Jaume Alzamora, director insular de Participació Ciutadana i Joventut, tras consultar la documentación pertinente, les expuso los escollos legales que debían sortearse antes de reanudar las obras. El primer problema con el que se encontraron fue el de la licencia. En 2005, año en el que se iniciaron las obras, se había solicitado permiso para un Centro de Día mientras que un local de la 3ª edad requiere otro tipo de licencia. Una vez solucionado este trámite burocrático, el Consell se ofreció a subvencionar las obras del local, siempre y cuando la Asociación les cediera el terreno en el que se encuentra. Una vez terminadas las obras, el Consell se comprometería a realizar una cesión de 30 años a la Asociación, prorrogable una vez esta terminara.
Por otra parte, el año próximo termina la concesión que se firmó hace 30 años con la Parroquia por la cesión del antiguo Local Parroquial del que se disfruta actualmente. Y aunque la nueva sede parece estar cada vez más cerca, Bernat Andreu Jaume, presidente de la Asociación, asegura que tienen intención de volver a solicitar dicha cesión con el fin de no quedarse sin sede mientras se prolonguen el proceso de aprobación y la construcción del nuevo edificio.
A falta de confirmación oficial y pendiente aún una nueva reunión con los representantes del Consell, los socios de la Asociación esperan ilusionados poder disfrutar de un proyecto que ya en su momento despertó un gran interés en la localidad y que tuvo que ser aplazado a causa de la crisis.
