El ayuntamiento de Campos estudia seriamente la necesidad de instalar cámaras de seguridad y alarmas en el colegio público Joan Veny i Clar, después de la oleada de robos que ha sufrido en el último mes. Ayer por la mañana el jefe de estudios, Pau Tomàs, explicaba la vulnerabilidad de las instalaciones y alertaba de posibles nuevos hurtos si no se ponen soluciones. "Es demasiado fácil entrar, las vallas son bajas y endebles", por lo que pide soluciones y anuncia que "a partir de ahora ya no queda ni un solo euro cuando se cierra la escuela, todo lo que llega se ingresa en el banco".

Los robos empezaron el pasado tres de marzo y se fueron sucediendo el 21 del mismo mes, el 4 de abril y este pasado martes noche. En total los ladrones se han llevado casi 1.300 euros en efectivo, dos ordenadores portátiles y el teléfono móvil del colegio, además de diverso material escolar.

Sobre todo han resultado afectadas las diferentes aulas prefabricadas que se encuentran en el patio y una serie de salas interiores cuyas puertas han sido forzadas, desperfectos a los que hará frente el propio ayuntamiento de Campos.

Por lo que respecta al dinero, que en su mayoría fue sustraído en el segundo hurto y que pertenecía a los pagos de los padres por fotocopias o material escolar y 600 euros para llevar a decenas de alumnos a colonias, está previsto que sea repuesto mediante parte de la dotación que las instituciones dan a principios de curso.

Todos los robos ya han sido denunciados ante la Guardia Civil, que prosigue el rastro de los malhechores y puestos en conocimiento de la conselleria de Educación, que hace unas semanas mandaba una circular a los colegios para que no dejen dinero en efectivo en las instalaciones.