El pleno del ayuntamiento de Sóller aprobó con los votos del pacto Més-PSOE y Guanyem la derogación de la ordenanza municipal que regulaba hasta ayer el servicio de calesas en Sóller. La propuesta generó debate entre los representantes del equipo de gobierno y el PP a cuenta de los informes policiales.

Precisamente, desde el equipo de gobierno Catalina Esteva justificó la derogación a partir de un informe elaborado desde la prefectura de la Policía Local. La edil relató que dicho informe ponía de manifiesto que la circulación de calesas generaría más problemas de circulación en Sóller "y pensamos que la movilidad en el municipio no lo permite".

Los 'cabriols'

Esteva aseguró que el paseo marítimo no podría absorber el tráfico de los cabriols (como se le conocen tradicionalmente en Sóller a los carruajes tirados por caballos) en ambos sentidos de circulación "porque no pueden circular por el túnel de Sa Mola".

Por su parte, el portavoz del PP rebatió los argumentos del equipo de gobierno asegurando que la ordenanza fue aprobada en 2012 "con unos informes de la Policía en los que se avalaba su viabilidad". Por ello, Carlos Simarro se preguntó "cómo es posible que teniendo Sóller exactamente las mismas calles haya dos informes policiales que se contradigan".

En su opinión, ello es consecuencia "de que alguien del pacto sugirió que se elaborara un informe a medida". El PP solicitó al pacto que "se repensara" la derogación que al final fue aprobada.