Las obras de semipeatonalización del Port de Pollença están dando mucho que hablar, y son pocos los ciudadanos y comerciantes que a estas alturas se muestran satisfechos por el avance de los trabajos. Una obra de esta envergadura en la primera línea de una zona turística tan importante siempre es controvertida por las molestias que ocasiona en forma de suciedad y ruido, pero cuando la empresa constructora no guarda las formas la problemática se acentúa.
Una lectora del diario ha denunciado estos días que la adjudicataria ha vertido hormigón en las pequeñas jardineras donde se ubican las palmeras de la primera línea. Y es que ya sería el colmo que las palmeras que han logrado sobrevivir al picudo rojo, muy extendido en Pollença, acaben muriendo por la acción del cemento. "Además del trabajo que a la vista es precario y mal realizado, que hagan el favor de reconstruir las zonas verdes y que dejen más espacio para estas palmeras, que se van a morir", denuncia la lectora, que ha remitido una serie de fotografías. "Es triste ver que el dinero público se usa para destrozar los espacios verdes", concluye.
Hace unos días, el líder de la oposición, Tomeu Cifre, denunciaba el abandono de las obras y el peligro que ello conlleva para los ciudadanos y turistas. El Ayuntamiento cuenta los días para la finalización de la primera fase del proyecto.
La brigada de Mancor de la Vall arregla un espacio emblemático: la Placeta del Pou
La pasada semana, operarios de la brigada municipal del ayuntamiento de Mancor de la Vall se dedicaron a poner en condiciones un espacio considerado "simbólico" para la institución municipal: la Placeta del Pou. Los trabajos han consistido en extraer la suciedad que se acumulaba en el fondo del pozo, podar los árboles, limpiar el entorno e instalar mesas y sillas de madera para el descanso y el ocio de los vecinos. En breve se tapará la boca del pozo con una estructura de hierro.
