La ordenación circulatoria en el casco urbano se ha convertido en un grave problema para el que se han intentado diversas soluciones a lo largo de los últimos años. La estrechez de las vías, el hecho de cruzar del pueblo de este a oeste o viceversa y las pendientes que caracterizan sus calles dificultan en extremo el tránsito de vehículos.

Este mes, el Ayuntamiento ha establecido una nueva normativa. La calle Sant Antoni (paralela a la calle Major y que hasta la fecha permitía el paso este-oeste) cambiará de sentido. Será en sentido inverso.

La decisión municipal vino precedida de un debate plenario. A la hora de votar la iniciativa, hubo empate a cinco entre el equipo de gobierno (Més) y la oposición (PP) y una abstención por parte del concejal del PSOE. Decidió el voto de calidad del alcalde. Guillem Mas, regidor del PSOE, manifestó que esta determinación "sonaba a parche", señaló que han existido demasiadas improvisaciones y agregó que debía ponerse sobre la mesa un necesario plan de movilidad interior.

Aumento de circulación

El portavoz del Partido Popular, Jaume Bauçà, señaló que el nuevo proyecto no era recomendable. Fundamentó su negativa en que aumentará la circulación en la calle Major y avisó del peligro de exceso de velocidad al descender por la empinada cuesta de la calle sant Antoni (hasta ahora es de subida). Confesó que "estos cambios de circulación son como una sábana que, cuando la estiras de una parte, falta lienzo en otra".

Carretera de Sant Joan

Sin embargo, se mantiene el único sentido en la calle Palma señalizado en parte de la misma vía y en la calle Emili Pou y, también, el doble sentido desde el cruce de Bonavista hasta la salida por el polideportivo es Revolt. Esta medida fue adoptada para desviar del interior de la vila el tráfico desde la carretera de Sant Joan hacia la capital.