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Calvià

Las siete vidas de la Marina de Magaluf

Primero, fue un humedal - Se desecó luego con los restos de obras del desarrollismo - Alberga ahora instalaciones varias - Y, en el futuro, el Consistorio quiere recuperar su vertiente natural

En la actualidad, hay obras para construir viviendas en la zona.

Pese a estar ubicada en la retaguardia de Magaluf, la Marina ha tenido un papel preeminente en la discusión urbanística de las últimas décadas en Calvià. Esta antigua zona húmeda de alto valor medioambiental, hoy en día desecada, está salpicada en la actualidad de viales e instalaciones variopintas. Sobre los terrenos han planeado siempre proyectos de todo signo, fastuosos como aquella localidad portuaria que se impulsó en la época del alcalde Francesc Obrador o, incluso, en una época más reciente, un centro de tecnificación deportiva. En esta legislatura, el gobierno municipal de izquierdas (PSOE y Sí Se Puede) se ha lanzado a escribir un nuevo capítulo en la desigual historia de la Marina. Las bases del nuevo plan general de ordenación urbana (PGOU), cuyas líneas básicas han salido a exposición pública, abogan por recuperar este espacio como un foco natural de interés paisajístico y ornitológico.

Para ello, la propuesta pasa por recuperar zonas húmedas, como había hace décadas. Se trataría de rebobinar en la historia desarrollista del término y recuperar, aunque sólo sea por aproximación, la fisonomía de la segunda línea que se puede apreciar en la imagen inferior que acompaña este reportaje, datada en la década de los sesenta y cedida por el archivo municipal del ayuntamiento de Calvià.

En la actualidad, la mayoría de vecinos y visitantes sólo conoce la Marina por sus parques acuáticos, el circuito de karts, el colegio, y locales varios, entre otras instalaciones. Lo que no se sabe tanto es que la zona constituye una gran reserva natural del municipio.

84 hectáreas

En sus orígenes, la zona húmeda se extendía a lo largo de unas 84 hectáreas, según explica el biólogo municipal Eduardo Cózar en un estudio académico sobre las especies vegetales endémicas que se encuentran en este lugar: las saladinas (limonium). A su alrededor, había entonces campos para cultivar y unas dunas que eran la antesala de la playa.

Con el boom turístico, se inició la desecación. A la Marina fueron a parar abundantes cantidades de restos de excavaciones y obras. El objetivo era doble. "Por un lado, se deshacían de esos materiales sobrantes y, por el otro, se iba ganando espacio a la zona húmeda inundada, considerada -por aquel entonces- una zona insalubre, de aguas estancadas, llena de mosquitos y sin valor económico", apunta Cózar en su estudio.

Cambió así para siempre la fisonomía de la Marina, con un proceso urbanizador que le ha dado su aspecto actual. Un proceso de transformación que, por cierto, no se detiene, porque están en marcha las obras del proyecto residencial y turístico, que prevé medio millar de viviendas y cuatro hoteles.

"Un gran parque"

De cara al futuro, la intención del gobierno progresista calvianer consiste en potenciar la vertiente medioambiental. Para ello, tal y como recoge el documento de líneas básicas para la revisión del PGOU, el Ayuntamiento apuesta por la creación de un "gran parque". Un espacio que contribuya a la presencia de aves migratorias, que aprovechan estos terrenos como puerta de entrada a la isla, y que ayude además a garantizar la preservación de sus especies endémicas.

"A la Marina han ido a parar escombros de diversos sitios. Y se ha perdido un entorno natural de mucho valor", lamentó recientemente el director general de Urbanismo, Vivienda y Medio Ambiente de Calvià, el exconseller Jaume Carbonero.

En la agenda del equipo de gobierno figura recuperar lagunas, que reforzarían esa nueva vertiente medioambiental, al tiempo que contribuirían a solucionar los problemas de evacuación de aguas pluviales que presentan núcleos de la zona como Son Ferrer. Y todo ello, sin olvidar al protagonista de la economía calvianera -el turista-, puesto que las bases del PGOU hablan de potenciar también un "uso de ocio y científico ligado a la observación de la naturaleza".

Si culmina esta idea, la Marina empezaría una de sus muchas vidas, que, de alguna manera, supondría el cierre de un círculo de transformación que se inició en los sesenta.

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