El ayuntamiento de Binissalem invertirá este año 2.000 euros en la elaboración de un estudio sobre la posibilidad de remunicipalizar el servicio de agua potable que fue privatizado hace unos años en medio de una gran polémica política y social.

La citada partida forma parte de los presupuestos de 2016 después de que el PP aceptara la inclusión de hasta doce enmiendas presentadas por el grupo municipal de Més per Binissalem, que finalmente optó por la abstención en el pleno del pasado lunes y permitió la aprobación de las cuentas después de un primer intento fallido hace unos meses. Las cuentas para este ejercicio fueron aprobadas con los votos a favor del PP, la abstención de Més y el voto en contra de PSOE y Unió per Binissalem. Las enmiendas presentadas por los socialistas también fueron aprobadas con el voto favorable de Més y UxB y en contra del PP. Aún así, el PSOE optó por votar en contra de los presupuestos.

Los presupuestos de 2016 ascienden a la cantidad de 6,59 millones de euros, una cifra similar a la de las cuentas del pasado año, según explicó ayer el regidor de Hacienda, Andreu Villalonga, que añadió que las cuentas aprobadas finalmente "no difieren ni en una coma" del documento que fue elevado a pleno hace unos meses y que no contó con apoyos suficientes en el pleno, aunque "sí incorporan algunas propuestas presentadas por Més y el PSOE".

La principal inversión contemplada en las cuentas se refiere al proyecto de reforma de las conducciones de aguas pluviales en la zona del Pontarró, donde existen problemas de inundaciones cuando las lluvias son intensas. El equipo de gobierno ha habilitado una partida de 200.000 euros para esta actuación, considerada "prioritaria". Asimismo, se prevén otras partidas para asfaltar calles, incrementar la limpieza viaria y mejorar las Nuevas Tecnologías en el Ayuntamiento, entre otras actuaciones. También se ampliará la plantilla de la Policía Local con dos agentes más y se contemplan una serie de partidas para otorgar subvenciones a proyectos culturales y deportivos.

En este sentido, Víctor Martí, de Unió per Binissalem, justificó el voto en contra de su formación en la necesidad de "fiscalizar mejor" la gestión municipal, ya que "una vez aprobados los presupuestos el alcalde puede hacer lo que quiera sin pasar por el pleno, cuando antes de otorgar una subvención debería someterlo a la votación plenaria". Martí también criticó la "connivencia" entre PP y Més que permitió la aprobación definitiva de las cuentas.