El pleno del ayuntamiento de Llucmajor, celebrado anteayer, dio un nuevo paso de cara a la reivindicada instalación de un depósito y tubería de suministro de agua potable desde el pozo de Garonda hasta s'Estanyol, Son Reynés y Son Bieló (más de cuatro kilómetros). Disponiendo del pertinente informe técnico, se desestimaron unas alegaciones disconformes con el justiprecio por la expropiación de terreno afectado, según informó ayer el alcalde, Jaume Tomàs (Més), a este diario.

Una quincena de empresas optaron a la adjudicación de las obras del demandado proyecto. Finalmente las ejecutará Acsa, detalló Tomàs. Si la previsión fijaba un presupuesto total de alrededor de 1,8 millones de euros, la empresa se ha comprometido a hacerlo por menos de 1,2 millones. El deseo del consistorio es que como máximo a finales de abril den comienzo los trabajos y en diciembre o enero de 2017, al fin completados.

A propuesta del pacto Més-El Pi-PSOE, el pleno expresó su rechazo a las prospecciones petrolíferas en el Mediterráneo. Una moción de Sí Se Puede para el fomento de la ocupación y contra la reforma laboral también prosperó.