­Melià Hotels International ha comenzado el derribo parcial del emblemático hotel Sol Jamaica, que lleva cerrado prácticamente una década. Sin embargo, las obras se han parado, porque la compañía hotelera, pese a contar con la licencia de demolición, no ha recibido aún el permiso de construcción para remodelar el establecimiento, por lo que ha optado por esperar hasta obtenerlo.

El presidente de la asociación hotelera de Palmanova-Magaluf, Sebastià Darder, confirmó ayer este extremo y agregó que, por la información de que dispone, ese permiso está pendiente de una resolución de los servicios jurídicos del Govern. La reapertura del Jamaica ha sido, durante la última década, una reivindicación constante del tejido comercial de la zona. Los negocios se quejaban de que el cierre lastraba la actividad económica por la falta de turistas, además de lamentar la mala imagen que daba un establecimiento de esas dimensiones al estar cerrado en una zona tan neurálgica de Magaluf. La intención expresada en un principio por la compañía Melià era que la reforma se desarrollase durante esta temporada baja y la siguiente, a fin de cumplir con el plazo inicial de apertura en 2017. En una primera fase,se edificaría una planta de aparcamientos, según se informó el pasado diciembre durante una comisión de seguimiento de Magaluf.

La remodelación del antiguo Jamaica se enmarca en el proceso de reconversión que está en marcha en Magaluf desde hace años, a fin de reposicionar el destino, asociado tradicionalmente a un mercado joven y de ocio. Según la información difundida por Melià en varios actos promocionales, el remozado hotel tendrá más de 200 habitaciones. El proyecto incorporaría una superficie comercial de 4.000 metros cuadrados, rodeada de jardines, fuentes y terrazas abiertas al Bulevar.