La jornada no podía plantearse mejor ayer para que el tercer día de Pascua resultase más lucido. Un espléndido sol animó a muchos romeros a sumarse a los diferentes 'pancaritats' que se celebraron en un puñado de municipios de la isla.

Campanet acogió la baixada del Sant Crist hasta la antigua iglesia de Sant Miquel. A las diez de la mañana, los devotos, al son dels xeremiers, emprendieron el recorrido acompañados por el propio obispo de Mallorca, Javier Salinas, quien portó la imagen en el último trecho para introducirla en el templo.

A media tarde, los Quintos del 98 compitieron por ser los primeros en ascender al pino enjabonado que la tarde anterior se había colocado para el evento.

Sa Pobla peregrinó hasta Crestatx. Este año la imagen de Santa Margalida no fue portada por los barratiners sino por grupos particulares. El párroco explicó que "este año se ha abierto a las mujeres y no había vestidos para todos". Incluso el propio sacerdote vistió de calle.

Un año más el consistorio puso por un euro a disposición de todo el pueblo autocares que salían de la Plaça del Mercado.

Vecinos de Petra, Vilafranca, Sant Joan, Ariany y Manacor acudieron a la ermita de Bonany. Tras un oficio religioso se comieron las tradicionales empanadas.

Algaida celebró su Festa de la Pau de Castellitx. La caminata a través del camino de la Drecera de Castellitx, desde el cementerio, concentró a un elevado número de romeros, de todas las edades. Durante la jornada hubo actividades.