Más de un millar de personas se congregaron ayer en las inmediaciones de la playa de Son Serra de Marina para protestar contra la intención municipal de colocar un chiringuito en el lugar, con su correspondiente dotación de hamacas y sombrillas.

La convocatoria la había efectuado la plataforma Sos Son Serra, que ya había protagonizado una multitudinaria manifestación hace unas semanas.

A partir de las once de la mañana fueron congregándose los participantes que formaron un gran corazón en demostración de su estimación por esta playa, que quieren que "siga siendo virgen", como decía uno de los manifestantes.

La jornada, además de dar un toque de atención mediático, sirvió para recoger alegaciones. Cabe destacar que el proyecto de instalación del chiringuito y de los servicios playeros se encuentra en fase de exposición pública, y pronto a finalizar.

Inicialmente se habían elaborado unas 300 hojas de alegaciones pero ante tanta afluencia de manifestantes se tuvieron que hacer fotocopias. Albert Díaz, portavoz de la plataforma manifestó: "Ha sido un éxito de participación del que no hacíamos cuentas". Explicó que era debido a que se había convocado en un día festivo y que tras la última manifestación ya se ha producido un informe en contra de Xarxa Natura, "por lo que es de suponer que mucha gente que está en contra considera que ya no se llevará a cabo".

Demarcación de Costas

El representante explica que "el organismo que debe autorizar definitivamente la instalación es la Demarcación de Costas y ya ha dicho que si hay informes en contra no lo hará. Esperemos que éste, de Xarxa Natura, que además es vinculante, sirva para erradicar definitivamente el proyecto de nuestra playa".

El alcalde delegado de la zona costera, Joan Monjo (El Pi), aseguró ayer que "no se trata de una instalación agresiva sino de un elemento desmontable que sólo turística ofrecerá servicio durante la temporada". El representante municipal agregó que "el problema que tenemos es que en la actualidad usan esa playa unas 200 personas a diario, 500, los fines de semana, que en estos momentos no tienen servicios ni lugares donde depositar residuos. Nuestra intención era adjudicar el chiringuito y las hamacas con la obligación de que el concesionario se hiciera cargo de estos servicios". Monjo agrega que "ahora mismo, no disponer de ello cuesta al municipio 100.000 euros al año porque asume directamente las tareas".