Cerca de un millar de personas, se convirtieron ayer en improvisados pintores. Ellos llenaron el paseo marítimo de Cala Rajada para colorear el pavimento de pigmentos y figuras. La idea surgió hace unos meses cuando el pintor y escultor Joan Bennàssar, realizó un gran mural para la fundación Vicente Ferrer en Palma.

Entonces el ayuntamiento de Capdepera se puso en contacto con él y buscó la involucración de los artistas que ha expuesto en Capdepera y otros locales, para llevar adelante la iniciativa de convertir el paseo marítimo en una gran pintura de 350 metros de longitud, con la participación también de la ciudadanía.

Está previsto que a final de la temporada turística el paseo sea remodelado íntegramente, por lo que la obra se convertirá en arte efímero que perecerá con la reforma de finales de año. La idea es que este verano pueda convivir esta obra de arte popular, con el arte que cada verano realizan autores de renombre. Actualmente tiene expuesto, en la zona marítimo terrestre el artista Moisés Gil.

El tema elegido para dar colorido fue el de un jardín con plantas y flores. El motivo es concienciar de la importancia que tienen los insectos en la polinización de las flores para poder sobrevivir. La jornada dio la oportunidad a los ciudadanos de compartir unas horas con artistas como Bennàssar, Gil o Gustavo Peñalver entre otros muchos.

La organización había previsto unos quinientos pinceles que al igual que la pintura no fueron suficientes ante la multitud de ciudadanos que acudieron a la cita para aportar su granito de arena.

Cabe destacar la gran afluencia de jóvenes y maestros de los centros escolares del municipio que también han querido volcarse con la idea, pequeños y no tan pequeños, han aportado su pincelada; también políticos locales o el conseller insular Cosme Bonet.