La cuatro entidades que forman la Xarxa de Sobirania Energètica de Mallorca: El GOB, SOM Energia, ALCAIB y Amics de la Terra, se han posicionado en contra del gran parque fotovoltaico de Santa Cirga, al entender que supondría "una centralización de la producción desde un punto de vista mercantilista" y un "gran impacto en el consumo territorial".

La Xarxa tiene intención de hacer llegar a la dirección general de Energía, la Comisión Balear de Medio Ambiente y el departamento de Territorio del Consell, un documento de posicionamiento claro para conseguir un nuevo modelo de producción y consumo de energía eléctrica en Mallorca, en el que se descarten los grandes megaparques solares como el de Santa Cirga en Manacor o el de La Marina de Llucmajor.

De hecho, las entidades coinciden en señalar que la polémica generada en relación a los dos grandes parques proyectados en Mallorca, "pone en evidencia la improvisación con que nos movemos en términos de planificación energética" y por ello exigen a las administraciones "que se abra el debate para definir las políticas necesarias para garantizar criterios ambientales, a la vez que territoriales, económicos y sociales, justos y democráticos".

Consideran que el impulso de la inversión privada de grandes parques proyectados en suelo rústico "pone en evidencia que la rentabilidad privada ha ido por delante de la responsabilidad política de planificar y posibilitar la integración progresiva de las energías renovables en clave territorial".

Por ello piden que no se crucen determinada líneas rojas y exponen los diversos condicionantes a respetar. El primero de ellos, fijar un máximo de potencia (20MW) y una ocupación prioritariamente sobre cubiertas y la exclusión de que estén en áreas naturales protegidas o en áreas de aprovechamiento agrícola.

Cabe recordar que el parque fotovoltaico de Santa Cirga cuenta con la aprobación técnica tanto del Govern como del ayuntamiento de Manacor, y que sus promotores ya redujeron un 20% de la superficie inicial hace un año.