La línea amarilla que se pintó en la calle Teatre de Inca, junto a la esquina con la calle Bisbe Cima, desaparecerá dentro de unos días, según informan fuentes de la Policía Local. Se ha constatado que se trata de una exageración total puesto que para garantizar la visibilidad basta con tres o cuatro metros y no los casi diez con que cuenta actualmente. Ocurre, sin embargo, que no se anularán las denuncias interpuestas. Y así si que tiene razón el Ayuntamiento porque lo que está claro es que una norma o una ley errónea puede ser cambiada, pero no violada. Es decir, por mucho que se vea que esa línea es una inutilidad no se puede aparcar sobre ella hasta que sea borrada oficialmente.
Ya se pueden ver los primeros espárragos
Las últimas lluvias han sido beneficiosas para el campo y también para que los aficionados a la actividad de recoger espárragos puedan salir a por estos preciados brotes. No hay muchos aún, quizá por eso ayer se vieron algunos en los puestos del mercado del Dijous de Inca, pero a 2,90 euros el manojo.
Una aclaración sobre el mercadillo de Pollença
Hablaba en mi columna de ayer de la manía de reglamentar por parte de los políticos y quise dejar en evidencia que la posesión de la carta de artesano no garantiza que lo que esté a la venta en un mercadillo artesanal, como se pretende en Pollença, sea fabricado por el artesano en cuestión. La carta sólo garantiza que es especialista en su profesión. Puse un ejemplo para que se entendiera. Quisiera aclarar, ante posibles alusiones, que era sólo un caso hipotético y que en modo alguno pretendía hacer referencia a nadie en concreto.
