Apretados como en una lata de sardinas. Esa fue la metáfora utilizada ayer por la asociación de madres y padres del colegio Joan Veny i Clar de Campos, para criticar la notable falta de espacio que sufre el centro desde 2008 y que obliga a centenares de alumnos a recibir sus clases en aulas prefabricadas en el patio.

Unas estrecheces que han hecho que desde hace unos meses se reactive un fuerte movimiento crítico para reclamar, de una vez por todas, tanto a la conselleria de Educación como al ayuntamiento de Campos, "que cumplan con lo prometido y construyan el nuevo colegio en el solar del Ecobarri donde hace años que está previsto", reitera el presidente del colectivo, Antoni Nadal.

Ayer, desde las doce y media del mediodía, unas 150 personas se reunieron en el patio de Infantil para asar y comer los varios kilos de sardinas comprados por la organización, en un acto simbólico que intenta de nuevo dar visibilidad a la falta de compromisos institucionales: "Estamos en el mismo punto que hace meses. Parece que Educación trabaja para que la opción del Ecobarri sea la definitiva, pero seguimos sin saber nada nuevo. Tampoco por parte del Ayuntamiento".

Este curso unos 670 alumnos están matriculados en un colegio concebido en 1935 para entre 400 y 450. Desde hace años hasta cinco aulas metálicas suplementarias dan fe de una masificación creciente. Tras la comida los glosadors Campaner, Pipiu y Roca ironizaron sobre la lamentable situación. La próxima acción-protesta de la Amipa será el debate Quina escola volem?, previsto para el 19 de marzo.