La localidad de Sencelles celebró ayer la fiesta de la Beata Francinaina Cirer en el día que se cumplía el 161 aniversario de su muerte. A pesar del inapacible tiempo, los devotos de la beata celebraron cálidamente su gran día.

Las celebraciones, eminentemente religiosas, empezaron a las 10 horas con una misa. A partir de las 11 de la mañana, los participantes en la procesión y ofrenda floral se concentraron en la plaza de las antiguas escuelas de can Bril para formar una comitiva que continuó hacia al monumento que la beata tiene en la plaza de España de la población.

Este año, la comitiva se nutrió también de agrupaciones folclóricas como Brot d'Alfabaguera de Sineu, Es Brocalet de Lloret de Vistalegre, Pinyol Vermell de Campos y la Revetla de Sant Antoni de Son Ferriol, además de los anfitriones, Es Jonc de Sencelles. El parlamento anual de bienvenida a los peregrinos en esta ocasión fue pronunciado por la devota Antònia Ramis.

Al finalizar el acto, los presentes fueron obsequiados con las galletas dulces de la Beata, los llamados senyorets. La fiesta de la mañana acabó con una ballada popular a cargo del grupo Qanarusa que quedó interrumpida por un tempestivo aguacero.

Por la tarde, en el polideportivo municipal, los más pequeños pudieron disfrutar con una activitades de juegos infantiles organizadas por el ayuntamiento de Sencelles. Durante todo el día se celebró una jornada de solidaridad a favor de las misiones que la congregación de las Hermanas de la Caridad tiene en paises del llamado tercer mundo.

Los actos festivos se prolongarán hoy domingo. A las 11 de la mañana está prevista la celebración de la cuarta edición de la carrera solidaria que une Sencelles con la finca de Sarissal, donde la beata homenajeada tenía su caseta de higueral.