La reforma circulatoria que prevé aplicar el ayuntamiento de Sóller empieza a encontrarse con la oposición ciudadana. La segunda de las reuniones que lleva a cabo el consistorio en la que se abordó el Plan de Movilidad se exteriorizó el malestar de diferentes colectivos que se posicionan en contra de cambiar el sentido de la marcha en varias calles de la ciudad. Así quedó patente durante la reunión celebrada el jueves en la que vecinos de las calles afectadas por la reforma, otros ciudadanos y, especialmente, comerciantes del centro de la ciudad expresaron su desacuerdo con la medida que propugna el equipo de gobierno municipal.

Tal y como explicaron algunos asistentes, la reestructuración del tráfico rodado modificará el flujo de visitantes por el centro de la ciudad. Ello preocupa notablemente a los comerciantes que tienen en los turistas su principal clientela, en tanto que creen que un cambio en la circulación puede acarrear una posible disminución en su volumen de ventas. Los vecinos de las calles afectadas sostienen, por su parte, que la modificar el tráfico en la calle de Isabel II generará más ruidos y contaminación por humos.

El ayuntamiento de Sóller ha promovido diversas reuniones ciudadanas para dar a conocer el Plan de Movilidad que recientemente se sometió a modificación por parte del pleno municipal. Entre los cambios, se prevé dar un giro al eje viario formado por las calles de Pere Serra, Sant Jaume e Isabel II, por lo que la principal vía de entrada al municipio pasará a ser por la calle Cetre.

La reforma no cuenta con los apoyos de los concejales de la oposición, que en el pleno ya se postularon en contra de llevar a cabo la modificación. Y también tiene en contra una parte de la sociedad, que critica que cada vez que hay un cambio de color político se modifica el sentido de circulación en los principales ejes viarios. Alegan que los problemas circulatorios siguen siendo los mismos. El equipo de gobierno prevé aplicar la reforma a principios de verano, siempre y cuando no cambie su parecer.