El pueblo de Santa Margalida despidió el domingo por todo lo alto a las monjas de la congregación de las Hermanas Agustinas del Amparo, que abandonan el municipio tras una presencia que se remonta al año 1878. Los feligreses organizaron un emotivo homenaje a las religiosas en la iglesia parroquial, donde los niños que cursan catequesis obsequiaron a las últimas representantes de la congregación con una figura de la Beata en nombre de todos los vecinos.