El ayuntamiento de Sóller ha puesto en marcha la maquinaria legal, y ya es la segunda vez en pocos años que lo hace, para forzar el propietario de un inmueble para que actúe con el fin de asegurar la estabilidad de un edificio degradado que desde hace años está rodeado de andamios debido al peligro de que se produzcan derrumbes sobre la vía pública.

Se trata de la casa ubicada en la esquina entre la calle de Isabel II y la avenida de Jeroni Estades. Según precisaron fuentes jurídicas, el departamento de Urbanismo ha dictado una orden para que el propietario ejecute las obras de consolidación del edificio de forma voluntaria. Transcurrido el plazo legal sin que lo haya llevado a cabo, el ayuntamiento iniciará los trabajos para actuar subsidiariamente y asegurar la estabilidad de un inmueble que amenaza ruina y supone una amenaza para los usuarios de la vía pública.

Con esta orden el municipio arranca un largo proceso administrativo que requerirá realizar publicaciones en el boletín oficial para forzar la ejecución de unos trabajos que, por otra parte, el titular de la casa ya se comprometió a ejecutar anteriormente sin que, de momento, lo haya hecho. El ayuntamiento autorizó la licencia de obras en 2015 pero los técnicos sospechan que este permiso sólo ha sido una maniobra dilatoria porque, en la práctica, en la casa no se ha realizado nada. La licencia de obras fue tramitada poco antes de que concluyera un procedimiento de idénticas características al que ahora ha vuelto a arrancar el ayuntamiento de Sóller. Los técnicos municipales elaboraron el proyecto arquitectónico para llevar a cabo las obras de consolidación, a fin de evitar que siguiera siendo un peligro para los usuarios de la calle.

Procedimiento detenido

El procedimiento de ejecución forzosa se detuvo -explicaron desde el ayuntamiento- cuando el propietario pidió licencia de obras para realizar los trabajos de forma voluntaria. Pero después de obtener el permiso de obra no ha llevado a cabo las reformas previstas, algo que preocupa a los técnicos del ayuntamiento que temen la caída de cascotes del edificio que ya se ha quedado sin tejado.

Desde el año 2009 la casa en cuestión está rodeada de andamios debido a su mal estado de conservación.