Marratxí, es hoy un municipio más de Mallorca, pero la historia podría haber sido bien distinta si el 5 de abril de 1945, hace algo más de 70 años, los componentes del consistorio, del cual era alcalde Juan Tugores Jaume, hubieran votado de manera distinta a como lo hicieron este día. Marratxí hubiera sido anexionado por Palma, convirtiéndose en una barriada más de la capital.
Este no fue el primer intento de anexión por parte de la capital de terrenos de Marratxí. Dos años antes, en diciembre de 1943, el ministerio de la Gobernación denegó la anexión de es Pont d'Inca, es Pla de na Tesa y Son Nebot, para que pasaran a depender de la capital balear.
Comunicación
A inicios del año 1945, Palma comunicó al Ayuntamiento de Marratxí que en sesión plenaria celebrada el 28 de febrero había iniciado las gestiones para reclamar la anexión de Marratxí a su término municipal.
El día 5 de abril de 1945 se celebró un pleno extraordinario, presidido por el alcalde Juan Tugores Jaume, con la asistencia al completo del resto de la corporación: Miguel Cañellas, Serra, Miguel Serra Comas, Jaime Ribas Ribas, Manuel Valdivieso Canals, Miguel Fernández Trias, Baltasar Cañellas Cañellas, Bartolomé Amengual Serra y Antonio Bosch Perelló, con el único punto del día de debatir la incorporación a Palma. Todos votaron en contra salvo una abstención.
Previamente se habían solicitado informes a distintos estamentos del municipio, emitiéndose un total de 23 informes. Quince de ellos estaban a favor de la anexión. En sentido general decían que "el municipio no forma una unidad municipal ni en lo político, ni en lo administrativo, ni en lo religioso. El nexo espiritual de pueblo expresado en el amor a la patria chica que une sobre las rencillas particulares tampoco se conoce, estando sustituido por el apego al barrio, origen de todas las querellas y rencores políticos locales del mismo". Los informes señalaban, además, que "los habitantes obtendrían unos beneficios económicos superiores a los perjuicios e incomodidades".
Siete informes apostaban por la abstención y dejaban la decisión en manos del consistorio por ser "un tema puramente administrativo". Un solo informe estuvo en contra de la anexión, si bien reconocía que "es la única manera de evitar políticas rancias y viejas que siempre han existido y existirán en este municipio".
