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Entrevista

Lluís Sanchis: "En Mallorca tenemos maderas excepcionales para trabajar"

"El olivo es una de las maderas más bonitas pues tiene una veta preciosa. Y es nuestro" - "Me mandan plumas mías desde Alemania para que las arregle porque no quieren perderlas"

Lluís Sanchis trabaja en el torno una barra de madera que se convertirá en un bolígrafo. Pep Córcoles

En un pequeño taller de ebanista-tornero de Lloret, situado en un rincón contiguo al campo, donde en las soleadas tardes se escucha más el trino de los pájaros que el molesto ruido de los coches, trabaja Lluís Sanchis, un exalto ejecutivo que ganaba un sueldo enorme, que ha cambiado el maletín y los trajes con corbata, por un babero y un formón. Nos recibe sonriente y encantado y visiblemente ilusionado nos muestra sus máquinas, sus herramientas, su trabajo mientras nos cuenta detalles de su vida y de la artesanía.

-¿En que trabajaba usted antes de ser artesano?

-Yo era ejecutivo en una compañía metalúrgica. Era unos de esos que internacionalmente se conocen como salaryman, con un alto sueldo, con mucha responsabilidad, con horarios interminables, tratando siempre con gente, viajando, etcétera.

-¿Y por qué dejó esa vida por la artesanía?

-Porque esa vida no es vida. No vivía, pasaba por la vida. Le decía a mi esposa que ese año, el que fuera, haríamos un viaje a Cuba. Y ella me respondía: ¿pero cuándo? Si no puedes . Y era cierto. No era dueño de mi tiempo ni de mi vida. Llegó la crisis y las exigencias de los inversores; las cuotas; los objetivos y si no se cumplían te ibas a la calle; y me fui a la calle.

-¿Pero por qué el torno, la madera...?

-Me senté un día en el sofá y le dije a mi mujer que no quería volver al mundo de los negocios. Yo siempre había sido aficionado a las maquetas navales. Construía piezas y barcos, así que me planteé hacer algo relacionado con esta afición y empecé de forma autodidacta a trabajar pequeñas piezas de madera.

- ¿Así, sin más?

-Yo soy una persona observadora. Siempre me ha gustado ver trabajar a los que saben hacerlo con las manos. Cuando era niño y regresaba de la escuela pasaba por delante de un taller. Cuando hacía buen tiempo trabajaban con las ventanas y puertas de par en par. Eran torneros que hacían patas para sillas y mesas. Yo me plantaba horas ante ellos mirándolos. Cuando me ha tocado a mi, he recordado los movimientos que hacían y yo mismo me he creado mi pauta.

-¿Gana más ahora?

-Sí, gano felicidad. Dinero tenía muchísimo más antes, pero ahora tengo familia, tiempo, amigos, satisfacción, y todo eso no se compra con dinero. ¡Ah!, y no tengo necesidad de desconectar del trabajo porque no me estresa en absoluto, al revés, relaja. Hace falta más gente que ame lo que hace, que sienta verdadera pasión por su trabajo. Yo particularmente no desconecto nunca, incluso las mejores ideas me vienen por la noche sentado en el sofá.

-¿Qué es lo que fabrica?

-Yo hago desde letreros pirograbados para fincas o agroturismos a llaveros de madera. Pero mi fuerte, mi producto estrella, son los bolígrafos y las plumas estilográficas.

-¿De madera?

-Trabajo exclusivamente con maderas de Mallorca: algarrobo, naranjo, almendro, almez, madroño, encina, olivo, incluso con panocha de maíz. Tenemos en la isla maderas muy bellas y en cantidad, como el almendro, y el único uso que se les da es como leña.

-¿Cómo obtiene tantas maderas diferentes?

-Como se trata de maderas no comerciales, a veces son muy difíciles de obtener. Normalmente las obtengo a través de contactos con payeses que me llaman cuando tienen que quitar o podar algún árbol. Por cierto, ahora estoy intentando conseguir caqui y alguna cepa de vid, me gustaría ver qué sale.

-¿Y tienen buena acogida?

-Ya lo creo. Yo empecé haciendo mis piezas y vendiéndolas directamente en los mercados. Ahora he dejado casi todos los mercados. Sólo hago dos en la semana porque tengo tanta demanda que debo dedicarme a fabricarlos para servir a mis clientes.

-Pero hay excelentes marcas internacionales de bolígrafos y plumas...

-Sí, y posiblemente más baratas que las mías. ¿Pero quién puede decir que tiene un bolígrafo exclusivo? Los míos salen de un taco de madera, con su veta particular, y no hay dos que la tengan igual. Además, yo garantizo mis creaciones durante un año oficialmente, pero en realidad, si un cliente viene al cabo de cinco años diciendo que se le ha roto, si tengo piezas, yo se lo arreglo sólo por el orgullo de saber que tras cinco años sigue usando una creación mía. Me han mandado plumas mías desde Alemania para que se las arregle porque están tan contentos con ellas que no quieren tirarlas, y yo se las arreglo, el cliente solo paga el sello del paquete.

-¿Está valorada la artesanía en estos momentos?

-Hay todo un resurgir del trabajo artesanal. Mucha gente se ha quedado sin trabajo y es una buena forma de autoocupación. La administración intenta regular de alguna forma este resurgir, supongo que para ofrecer una imagen de calidad, pero es muy difícil porque realmente un artesano no necesita un papel que diga que lo es. Su trabajo le precede.

-¿Usted tiene carta de maestro artesano?

-No. Yo la pedí y después de dos años mandaron a un antiguo proveedor de piezas mío a examinarme. No me aprobó porque no "hacía un uso ortodoxo de las herramientas", o algo así. ¿Y si a mí el trabajo me sale bien y bonito así, por qué tengo que hacerlo de otra forma? Yo no pretendo obtener el máximo rendimiento de la madera como pretende el Consell en sus preguntas para la obtención de la carta de artesano, yo busco la mejor veta. La madera que no uso vuelve a destinarse como leña.

-¿El cliente valora la artesanía?

-La artesanía vale dinero. El cliente extranjero la valora mucho más pero posiblemente porque el que viene aquí es ahora mismo más pudiente que la mayoría de mallorquines. Nosotros valoramos el trabajo hecho a mano y bien hecho, ya lo creo, muchos me lo dicen, pero ante el precio fan anques enrera. Por eso están triunfando tanto las tiendas de productos importados de China.

-¿Qué madera es la más difícil de trabajar para usted?

-El algarrobo. Seco es difícil de obrar, y yo lo necesito seco puesto que si trabajo en verde el bolígrafo se deformaría o resquebrajaría al cabo de los meses. Tiene que ser madera seca y cortada de lluna. El algarrobo es tan duro que se usaba para hacer los ejes de los carros

-¿Y qué madera es la que da un producto más bonito?

-El olivo. Y además tenemos la suerte de que es nuestro, mediterráneo cien por cien. La veta del olivo es preciosa. Es además muy fácil de trabajar. No obstante, como ya he dicho antes, he de cortarla en barras y dejarla secar durante un año para que esté a punto.

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