La junta de gobierno del ayuntamiento de Capdepera aprobó el pasado martes el pliego de cláusulas administrativas y prescripciones técnicas que regirán el ambicioso contrato de gestión del servicio público de la explotación de los servicios de temporada de las playas (chiringuitos, hamacas y sombrillas, velomares, etc.). El valor estimado del contrato sube a 3.921.532 euros (canon que se exige). La duración es de dos años, prorrogable otros dos.

En declaraciones a este diario, el alcalde, Rafel Fernández (PSOE), destacó que su equipo de gobierno (en situación de minoría) ha negociado con las fuerzas de la oposición a fin de alcanzar el mayor consenso posible. El deseo es el de poder adjudicar el lote cuanto antes mejor, no en vano este 2016 se prevé un inminente arranque de la temporada alta turística.

Durante años la empresa Playas de Capdepera se ha encargado de los servicios playeros. Fernández subraya que el nuevo pliego extrema las obligaciones de esmerarse en la limpieza; preservar al máximo el medio ambiente y un estricto control de los ruidos; ampliación del horario de apertura de los baños públicos; se tendrá más en cuenta la limpieza del conjunto de playas y calas (la empresa deberá rellenar formularios del trabajo realizado); limpieza con máquinas y también manual, habrá un tractor pequeño para limpiar Canyamel (y evitar la pérdida de arena) y se procurará el mejor estado posible de la desembocadura del torrente. Preocupa la masificación en espacios protegidos y la fragilidad de los sistemas dunares. Los chiringuitos a adjudicar: Cala Agulla (3), Son Moll (1), Font de sa Cala (1) y Cala Mesquida (1). Por otro lado, Fernández mantiene su intención de que na Llòbrega sea la primera cala apta para perros.

Respecto al contrato de servicios de prevención, salvamento, socorrismo y accesibilidad (idéntica duración de 2+2) el consistorio gabellí prevé pagar 1.044.275 euros. Habrá más protección debido a las condiciones impuestas por Costas.