Escribía mi querido amigo Santiago Cortés en un artículo de hace años "el cel ja no sab ploure" (el cielo ya no sabe llover) y ayer resultó cierto. Tantos días de sequía ha habido sin que hubiera eventos importantes al aire libre y justo ayer, el último día de rues, le da por llover en numerosos pueblos. Por fortuna fue de forma intermitente con lo que los desfiles salieron. Más o menos mermados, pero salieron.
Ayer se vio como muchas comparsas intentan sacarle el máximo rendimiento. Alguna que desfiló en Inca el sábado, también lo hizo el domingo en Lloseta o en Palma.
La más joven de la rueta
En la rueta de Inca hubo una comparsa que destacó por su originalidad. Reproducía a los dos gigantes zapateros de la ciudad. Pero además, esta comparsa contó con la desfilante más joven, la pequeña Claudia de tan solo cinco meses. ¡Vestida de geganta, faltaría más!