La lluvia caída en las primeras horas de la mañana de ayer deslució la séptima edición de la Fira de la flor d'ametler, que cada año se celebra en el recinto de las Cases de Ca s'Hereu bajo de dirección de la concejalía de Turismo del ayuntamiento de Son Servera.

La deseada y esperada agua desanimó a muchos comerciantes, pero no pudo con todos. Ocho fueron los que decidieron aguantar el chaparrón de primeras horas de la mañana, hasta que vieron premiada su tenacidad con la salida del sol a mediodía. Hasta entonces fueron pocos los visitantes, pero a medida que el tiempo mejoraba, los que se acercaban fueron aumentando, entre ellos muchos turistas de la zona de Cala Bona y Cala Millor.

Los visitantes se encontraban a su llegada al recinto con las interpretaciones musicales de los Xeremiers del Puig de sa Font, que no cesaron de tocar para deleite de los turistas.

A pesar de las inclemencias meteorológicas, la feria consiguió un año más su objetivo: promocionar el turismo en temporada baja, con productos mayoritariamente provenientes del almendro. En esta línea, colonias, jabones, cremas, artículos de decoración, confituras, almendras con miel y hasta pasta de sobrasada o butifarrón elaboradas con almendra, se pudieron ver y adquirir en la muestra.

Al final, la VII Fira de la flor d'ametler dejó a todos satisfechos: los comerciantes al ver que no se les había estropeado del todo el día y finalmente asomó el sol; los vecinos, que llevan todo el invierno esperando la lluvia y ayer llegó, aunque no con demasía; y los turistas que pudieron visitar el singular evento en las Cases de Ca s'Hereu de Son Servera, aunque fuera en una versión light motivada por la lluvia.