El reciente pleno que trató la aprobación del presupuesto municipal de Llucmajor constató las diferencias que separan al nuevo equipo de gobierno, formado por Més, El Pi y PSOE, con el grupo mayoritario de la oposición, el PP. La coalición de centroizquierda aprobó unas cuentas de 36 millones de euros. PP y ASI, en contra. El exalcalde conservador, Joan Jaume, destacó que la herencia económica que dejó el PP es "óptima" y justificó su rechazo al presupuesto de 2016 en base a una serie de previsiones de gastos. ASI no se pronunció pero también votó en contra, y Sí se puede (Podemos) se abstuvo, concediendo un voto "de confianza". Eso sí, advirtió de que "estaremos vigilantes".
El pacto comandado por el alcalde, Jaume Tomàs (Més), mostró su sorpresa y disconformidad ante la afirmación de Joan Jaume referente a que la herencia económica dejada por el PP "es óptima". El ecosoberanista Tomàs avisó del actual ratio de deuda del 87%, "estamos prácticamente intervenidos y la gestión se ve muy limitada".
De las cuentas de 2016, el PP echa en falta inversión para seguir con la renovación y mejora del alumbrado público y calles. Por otra parte, no ve tan necesarios como el pacto los 450.000 euros para trabajos técnicos de empresas.