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Inca

Los payeses del mercado presentan firmas contra el cambio de ubicación

El Ayuntamiento estudia un posible traslado a los alrededores del mercado de abastos - Se instalarán unos códigos en las licencias de venta para facilitar la inspección de los puestos

La Policía Local identificó ayer a un vendedor que se había instalado sin permiso.

Los vendedores de fruta y verdura del mercado del Dijous de Inca han presentado firmas al Ayuntamiento de la ciudad para solicitar que no se les cambie de ubicación, tal y como estudia en estos momentos el Ejecutivo local. Sólo dos payeses de la cuarentena que ofrecen sus productos en el mercadillo se han negado a suscribir la petición, el resto han firmado el ruego.

El apartado payés, auténtico embrión del tradicional mercado semanal de Inca, ha sufrido diferentes cambios durante los últimos años. Debido a las obras de construcción del nuevo mercado de abastos, fue trasladado desde los alrededores de la calle Miquel Duran i Pau a la plaza des Bestiar. Allí permaneció varios años. Posteriormente regresó a su ubicación actual en la plaza de Orient.

Juan Martín, uno de los portavoces de los payeses sostiene que "los años pasados en la plaza des Bestiar fueron de auténtica amargura porque allí apenas se vendía. Cuando nos trasladaron a la plaza de Orient fue como ver salir de nuevo el sol". La mayoría de vendedores considera que el lugar actual es el idóneo debido al fácil acceso de los clientes que, incluso, pueden llegar con sus coches hasta muy cerca de los puestos para cargar canastos "si han realizado una compra grande", explica Martín.

Presiones

El Ayuntamiento, por su parte, pretende trasladar de nuevo a los payeses a los alrededores del mercado de abastos. Esta idea tiene mucho que ver con la reclamación de los comerciantes del lugar que vienen reivindicando este cambio desde hace años.

Sin embargo, uno de los payeses afectados argumenta que "los comerciantes pueden reclamar nuestra vuelta, pero luego tendremos problemas. Lo que ellos quieren es que vayamos para tener movimiento de gente pero no quieren que les tapemos, ni mínimamente, la visual de sus comercios. Si nos llevan allí empezaremos a tener quejas".

Otro de los problemas que plantean es la logística. Las operaciones de entrada al mercadillo por la mañana y salida al mediodía "serán muy complicadas porque la zona presenta dificultades por la estrechez de los viales", argumentan.

María José Fernández, concejal de Mercados, explica que "se han recibido las firmas y se les ha explicado que antes de tomar una decisión se hará un estudio técnico de todo el mercado". La edil puntualiza que "se tiene que designar un técnico, especialista en la materia, para que elabore un informe completo en el que incluya encuestas y estudios de las posibilidades. Sólo después se tomará la decisión".

Plan estratégico

La responsable municipal explica que "lo que se plantea no es solo un cambio de ubicación del mercado de fruta y verdura, sino la reestructuración y ordenamiento de todo el mercado del Dijous".

En este sentido se comenzará a utilizar, a partir de la próxima semana, un programa informático, cedido por el Ayuntamiento de Santa Margalida, que permitirá mediante un código QR instalado en las licencias de venta inspeccionar los puestos conociendo en el mismo momento su ubicación real, línea de venta y dimensiones autorizadas.

Fernández explica que "en la actualidad hay mucho descontrol y nos encontramos con mercaderes que se cambian de lugar sin permiso, que se extienden, que cambian la línea de venta sin autorización y todo eso se tiene que controlar".

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