Manacor ya cuenta con los nuevos presupuestos para 2016. Tras el retraso motivado por el cambio en noviembre del gobierno municipal debido a la moción de censura presentada por PP, El Pi y AIPC-SyS, la concejal de Hacienda, Maria Antònia Sansó, presentaba finalmente anoche ante el pleno, unos números a la baja de 33,4 millones de euros, lo que supone una leve subida en el sueldo de los funcionarios de la casa, un descenso en las inversiones y la esperanza de que la liquidación del presupuesto anterior prevista para febrero, pueda subir el dinero disponible.

Así las cosas, el alcalde Pedro Rosselló (PP) agradece "los dos meses de intenso trabajo de que ha dispuesto el equipo económico para elaborarlos", y señala que se trata de unas cuentas "a la altura de las circunstancias, reales y actuales teniendo en cuenta la fiscalización".

Cabe destacar que hasta el 80% del gasto previsto se dedicará a los sueldos del personal del propio consistorio y al gasto corriente. Actualmente el Ayuntamiento cuenta con unos 350 trabajadores directos, contando los agentes de la Policía Local, pero sin tener en cuenta a los de instituciones autónomas pero ligadas al consistorio como puedan ser la Institució Alcover, la Escola de Mallorquí, la Fundació Teatre Municipal o la Societat Anònima Municipal (SAM) encargada de los aparcamientos y el servicio de agua.

Por tanto, mientras que 13,7 millones va a ir a parar a las nóminas de los funcionarios, aumentadas en un 1% respecto a hace un año, 16,6 millones más se marcharán, por ejemplo, al pago de los distintos alquileres de dependencias municipales.

Inversiones condicionadas

En el capítulo de inversiones, de momento el ayuntamiento de Manacor solo prevé una partida de 2,5 millones de euros, de los cuales 650.000 van a ir a parar a la mejora de depósitos y de la red de tuberías de agua corriente de la ciudad, aquejada de numerosas fugas, que hacen que el 30% del líquido insuflado no llegue a los grifos.

Tras ellas en importancia económica, dos inversiones de 280.000 euros cada una, la primera para solventar de una vez por todas los problemas de seguridad de los cuadros eléctricos del municipio, y que en los últimos meses han afectado a la zona costera de s'Illot y Cala Murada, y otra para el desarrollo de polígonos.

Asimismo se reservarán 113.000 euros para la compra de mobiliario de oficina para dotar dos plantas del reformado edificio de Can Bauçà, de siete pisos de altura y comprado hace una década por 900.000 euros sin que por el momento haya sido usado como dependencias municipales.

Las cuentas, presentadas en comisión informativa ante la oposición antes del pleno extraordinario, no han sido consensuadas con los partidos de la oposición, por lo que no recibieron el voto favorable de ninguno de ellos. "Muchas de las partidas y los proyectos estaban en los presupuestos que preparaba el anterior equipo de gobierno (Més-Esquerra, PSOE, Volem), reitera el alcalde, "aunque no hemos dispuesto de tiempo para consensuar, es cierto, lo mismo que ellos no contaron con nosotros anteriormente".