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Manacor

Organizar el nuevo polígono agroalimentario cuesta 1,5 millones

Está previsto que las obras, que avanzan a buen ritmo, terminen a finales de verano - El nuevo espacio empresarial contará con 18 parcelas

El nuevo polígono en proceso, visto desde el cercano depósito regulador de agua. s. sansó

Diez años después ya no hay vuelta atrás. Las obras para dotar de servicios al nuevo polígono agroalimentario de Manacor, situado en la salida de la ciudad en dirección Felanitx, siguen a buen ritmo para que todo esté operativo en septiembre. Un proyecto de urbanización que les costará a los numerosos propietarios de los terrenos 1.524.000 euros, y que cubrirá una demanda histórica para el sector, concentrando a empresas diseminadas por todo el municipio.

El desarrollo del polígono se lleva a cabo por el método de compensación, es decir, que mientras los dueños de los terrenos se encargan de contratar la obra, el Ayuntamiento gestiona la tramitación y vigila el cumplimiento de las normas, el desarrollo y los plazos. En total, 18 meses de ejecución que empezaron a principios de marzo de 2015 y que se alargarán, por tanto, hasta finales de verano. Casi nada teniendo en cuenta que existe un plan parcial aprobado hace una década, que el desencuentro entre propietarios evitaba ejecutar.

La superficie del futuro polígono agroalimentario es de 73.708 metros cuadrados, de los que 47.800 serán destinados a solares para empresas. Entre medio, dos zonas verdes que serán propiedad del ayuntamiento de Manacor, una de 7.380 metros cuadrados y otra de 1.700. Espacios que, "a parte de computar como verdes en el plan general, servirán como lugar de ocio para la ciudadanía", explica la regidora de Urbanismo, Bel Febrer (El Pi), satisfecha por un desarrollo "que permitirá también adecentar una de las entradas a Manacor, mejorando la imagen de la zona y organizando mejor los negocios".

Además de ello, el consistorio también se reservará un solar de 750 metros cuadrados para equipamiento social, es decir, que en un futuro podrán asentarse, por ejemplo: oficinas, un centro para espectáculos y cultura, para beneficencia, para uso religioso o sanitario. Es la misma superficie en metros que la que el conjunto de empresas se reservan en otro lugar del proyecto para crear una zona comercial comunitaria, donde poder abrir un pequeño mercado.

El nuevo polígono se dividirá, en principio, en 18 solares, todos ellos de diferente magnitud en proporción a los terrenos aportados inicialmente: mientras que el más pequeño tendrá una superficie de 1.280 m2 (el plan parcial indica que el mínimo deben ser 1.200), el mayor de ellos es de 8.300 metros cuadrados.

De hecho este ya está construido, ya que hay que recordar que son varias las empresas que están asentadas desde hace años en la zona sin los servicios pertinentes. El más grande aún sin edificar será de 6.400 metros cuadrados. Cada empresa podrá ocupar, como máximo, el 50% del solar asignado. En el polígono de la salida de Felanitx no se permitirá el asentamiento de marcas industriales.

"Todo ello ha sido un proceso muy laborioso para poder, al fin, activar el proyecto", añade Febrer, que espera que el polígono evite las quejas vecinales que podían suscitar la dispersión de naves agroalimentarias, al tiempo que espera que los espacios verdes, que cuando finalice la dotación y distribución en septiembre se entregarán al consistorio, puedan ampliar la red de pequeños parques "con la inclusión de bancos para que la gente pueda disfrutar de ir". La concejala de Urbanismo espera que se cumplan los plazos dados por Melchor Mascaró S.A., la empresa contratada por la propiedad, "y podamos recepcionar pronto la obra sin ningún problema".

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