Son la excelencia estudiantil, las tres mejores notas medias manacorines del pasado curso universitario. Maria de Lluc Nevot cursa cuarto del grado en Trabajo Social y con un 9,76 en la cifra más alta en el podio de honor. Jordi Ballester, tres décimas por debajo, estudia el mismo curso pero de Ingeniería Telemática. Sebastià Capó, 9,30, este año acaba su grado en Biología. Todos ellos, aunque a veces les cuesta reconocerlo, están ahí por trabajo y disciplina, por no dejar día ni cabo suelto. Lo mínimo a la improvisación. Eso sí, los tres coinciden en que "no sirve de nada empollar si realmente no entiendes lo que estudias".
Para Jordi, nacido en 1987, el camino ha tenido más curvas: "siempre me gustaron los ordenadores, pero no me apetecía mucho que me obligaran a estudiar, así que no duré mucho en el instituto y pronto empecé a trabajar como informático". Hasta que llegó la crisis, y lo que en principio parecía un paso atrás, se convirtió en un salto hacia delante casi involuntario. "La empresa se vio obligada a reducir horas de trabajo y sueldos, así que medité la posibilidad de pedir que me echaran para poder volver a estudiar. En ese momento me pareció lo normal, porque ya sabía lo que me gustaba". Dicho y hecho; se fue a ver a Jaume Rigo, responsable del Centre Universitari de Manacor con el objetivo de presentarse a las pruebas de acceso para mayores de 25 años. Evidentemente lo logró.
"Él es el mejor ejemplo de que nunca es tarde, que quien no quiso o no pudo estudiar en su momento, realmente puede. Es de una fortaleza psicológica muy grande", destaca Rigo, aún asombrado con lo que Jordi explica sobre su nuevo empleo en el Parc Bit. "Trabajo para OmniAcces", retoma Ballester, "una empresa internacional que se dedica a proporcionar, desde Mallorca, señal de internet, telefonía y televisión a yates de lujo de todo el mundo". Tal cual. Complicadamente simple.
Es parte del equipo de ingenieros que se encarga de desarrollar productos para controlar la red, y que centenares de embarcaciones de todas partes del globo puedan, vía alquiler de pequeños espacios en distintos satélites que cubren todo el mundo, gozar de conexión por subscripción lejos de tierra firme. "Y todo es gracias al clima. Por así decir, el buen tiempo de Mallorca es el responsable de que la empresa esté aquí" y de que la base de grandes antenas rebote las señales a través de los satélites. Un muestra de que el rédito del Sol y los pocos nubarrones, no solo influye en el turismo de playa.
Plantas carnívoras
"Pues yo hago un estudio sobre plantas carnívoras", susurra con modestia Sebastià Capó (Manacor, 1994). Rigo vuelve a sonreír. "Sobre todo sobre su fisiología vegetal, de cómo funciona su fotosíntesis, el nitrógeno". Son plantas que no necesitan excesivos nutrientes para sobrevivir, sino tierra ácida que, en caso de vivir en ´cautividad´ debe ser regada con agua destilada, como las orquídeas. "Son de climas más bien templados pero húmedos". Y la pregunta es obligada... ¿existen plantas carnívoras en Mallorca?: "Algunos biólogos piensan que sí, pero sinceramente no lo creo".
Completemos el círculo y esperemos otra respuesta sorprendente, ¿En qué trabaja ahora Maria de Lluc?: "En el desgaste por empatía, sus síntomas fisiológicos y la fina línea que lo separa de la traumatización, que no es lo mismo", explica, "también sobre la Ecpatía", es decir lo contrario, el proceso voluntario de exclusión de sentimientos, actitudes, pensamientos y motivaciones inducidas por otro. "Está claro que para conseguir estas calificaciones hay que esforzarse, y es cierto que hay presión y altos y bajos, pero el apoyo familiar y ser constantes ayuda mucho".
"Un aspecto importante que hay que remarcar", señala Rigo, "es que las buenas notas al final de bachillerato, no tienen porque derivar hacia las carreras con la nota de corte más alta, si eso no es lo que al alumno realmente le gusta".
